Me levante muy emocionado de la cama me bañe y perfume como nunca lo había hecho, salí de casa con el oso en la mochila, llegue al colegio y me puse a hablar con Óscar de lo emocionado que estaba, Alejandro pregunto sobre el tema no quise decirle nada al respecto, pasamos clases y lo único que hacia era mirar presuroso el reloj y pensar durante toda la clase de matemáticas como seria ella si acaso le gustaría o no como soy físicamente o si mi personalidad llegaría a incomodarla, llego la hora del recreo, no comí nada, solo quería que la hora de salida llegara, volvimos al salón y la espera se hizo mas larga decidí distraer mi mente escribiendo todo lo que el maestro ponía en la pizarra, escribía y escribía hasta que el sonido de la campana hizo vibrar todos mis sentidos en mi mente solo resonaron las palabras ¡llego la hora!. Salí apresurado del salón baje las escaleras con mucha prisa, salí del edificio y me puse en marcha al punto acordado, al llegar me puse demasiado nervioso quería irme y poner una excusa debido al miedo de no gustarle, de repente sentí una mano tocar mi hombro seguido de una vos tímida pero familiar ¿Jo..Jorge? Dijo ella gire la cabeza y me quede boquiabierto solo me puse a contemplarla una piel tan fina que presumía ser tan suave al tacto, unos ojos tan brillantes de color café, su pelo..dios su pelo que se veía tan delicado como el de una muñeca de porcelana, usaba gafas de color celeste moderadamente grandes que resaltaban sus ojos tan redondos de pestañas arqueadas, era delgada, sus brazos eran tiernamente cortos, tenia lindas piernas, me gustaban bastante, luego de analizarla físicamente le respondí -Hola Laura - nos miramos y guardamos silencio por un buen tiempo, no sabia que hacer por chat hablábamos como novios pero nunca lo hicimos oficial ¿debería abrazarla?¿o tomarle la mano? ¿Me creerá un atrevido?, el silencio se rompió cuando me dijo -¿vamos?,mi hermano se enojara si tardo mucho -, por alguna razón me asuste bastante cuando menciono a su hermano le respondí -ah, si claro vamos y dime ¿que tal tu mañana?- ella sonrió, empezamos a caminar y me dijo -todo bien estaba esperando a la salida para venir aquí contigo - me sentí identificado y le dije entre risas -¡yo también!-, caminamos una cuadra y nos despedimos con un beso en la mejilla, estaba muy feliz me sentía muy afortunado Me subí al bus con rumbo a casa y me puse a mirar por la ventana cuando recordé algo muy importante ¡el oso de peluche! Había olvidado dárselo no sabia que hacer, así que le mande un mensaje y le pregunte -¿podemos vernos mañana? Olvide darte algo me respondió -jaja claro - el día paso rápido a decir verdad me ahorrare detalles y me remontaré al momento en el que nos encontramos por segunda vez
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Grietas de Amor
RandomLa historia cuenta situaciones de un joven adolescente como cualquier otro