CAPITULO 5

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Abrí mis ojos apenas , sentía mi cuerpo pesado y adormecido , escuche una voz que me llamaba.

— Alejandro ...

Ese era mi nombre y podía oírlo a la distancia , su voz tan reconocible me hizo sonreír.

— madre ... — murmure apenas.

Mi visión se aclaro en cuanto una luz segaba mi vista , el doctor me revisaba con aquella linterna para ver si mis signos vitales no presentaban alguna alteración.

Parpadee un par de veces asta verme en si de nuevo y mire a la chica en la habitación blanca a mi lado.

  — Zamantha. — le llame , de todas las caras poco amigables que tenia sin duda aquella era una nueva , estaba preocupada.

Su pómulo estaba ligeramente rojo , no había mas, ella estaba bien.

— ¿como te encuentras?. — la mire lo mas serio que podía estar en ese momento.

— mejor que tu. — me respondió con una sonrisa tapando aquella preocupación reflejada.

— joder.... — dispute intentando reincorporarme y ver como vendas tapaban parte de mi torzo y otras solo eran gazas en una parte que no se alcanzaba a cubrir con aquel color carmin.

La puerta se abrió y un oficial me miro y después miro a la chica Mendoza , a quien inmediatamente reconoció y le pidió salir del lugar.

Mi mirada se quedo clavada en el oficial y el me miraba con cierta sospecha.

— ¿Alejandro Vargas? —

Pregunto y lo único que pude hacer fue asentir.

— espero entienda que cualquier ataque que involucre tanto arma blanca como de fuego tiene que pasar por el registro oficial , ya que ser apuñalado o herido no es cualquier cosa. — me informo como si no supiera.

Rodé los ojos , en este punto ya imaginaba lo siguiente en explicarme.

— la señorita Mendoza ahora esta rindiendo declaración con un oficial ahí fuera , espero usted sea también lo suficientemente claro con su declaración. —

Aquel tono de sospecha me daba mala espina , asta ahora no sabia si el oficial Mendoza sabia que la princesa agresiva había venido a buscarme y cualquier cosa que hiciera o dijera sin cuadrar con lo que Zamantha decía pasaría a la oficina a una interrogación directa con los idiotas que llevaban el caso de Lisboa.

— entonces ... Alejandro, ¿como explica el echo de ser apuñalado dos veces? — su mirada no se apartaba de la mía y sinceramente no estaba seguro que responder.

— asalto. — conteste a borde.

No quería ver nada en ese embrollo , solo necesitaba buscar y entregar a John y si ellos estaban de por medio no lograría nada.

— ¿que hacían en el parque en horarios de escuela? — siguió con el interrogatorio.

— joder ... — masculle. — ¿que los adolecentes tienen que dar lujo de detalle lo que hacen de su vida fuera de la escuela? , anda que asta tu puedes imaginarlo. — conteste con ironía. El oficial negó. — fue una cita.

No se por que había salido esa palabra de mi boca pero no estaba dispuesto a decir: ah pues la hija del oficial Mendoza me buscaba por que mi padre tiene relación en el mundo del trafico de armas. Y como cualquier persona común solo venia a enterarse de que me inculpan de haber matado a Lisboa metiéndole una bala entre ceja y ceja , su interés era una buena oportunidad de sacar al verdadero culpable para que le mataran a el y no a mi.

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⏰ Última actualización: May 09, 2018 ⏰

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