ONE SHOT

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Sus amigos le pidieron dinero para poder comprar el pastel de otra cafetería y poderlo comparar con el de Amuro san.

−Conan kun deberías cooperar un poco, sabemos que tú tienes mucho dinero −dijo Genta cuando volteo a verlo.

−¿Por qué dices eso? −cuestionó mientras se aferraba más a su cartera.

−Siempre te vemos leyendo libros nuevos de misterio. ¿Cómo un niño como tú podría comprarlos?

−Además se supone que Ran san no cuenta con demasiado dinero como para comprártelos.

−Tienen razón, en la semana te compras como cinco libros de misterio −agregó la joven rejuvenecida.

−Haibara no ayudes −murmuro para que solamente la aludida pudiera escucharlo.

−Vamos Conan kun. −Ayumi se acercó peligrosamente a él, tirando de su preciada cartera.

Ayumi y él forcejearon por la pieza, cuando la niña lo soltó ambos cayeron al piso y su monedero siguió el mismo destino haciendo que su contenido saliera de su interior.

−Yo lo detengo ustedes busque el dinero necesario −gritó Genta después de abalanzarse contra el niño de gafas.

−Haibara −dijo con dificultad de tener al niño más grande encima. 

−Oh también agarren dinero suficiente para comprar este pastel de chocolate −pidió la niña castaña mientras admiraba la vitrina donde mostraban los postres.

−Conan kun... ¿Por qué tienes una tarjeta dorada? −cuestionó Mitsuhiko al tomar esa tarjeta que representaba gran poderío económico y que había escuchado de ellas en la televisión.

−Y también tienes una foto de Ran oneesan −dijo Ayumi, no sabía porque pero eso le había ocasionado un pequeño dolor en su pecho.

−Oye pero aquí Ran san, ¿no sé ve más joven? −preguntó el de pecas al observar la foto que su amiga sostenía, olvidándose de la tarjeta dorada.

−Tienes razón. −Haibara se sumó a ver la foto y volteo a ver con desaprobación al detective aplastado.

−A ver. −Genta se distrajo olvidándose de su compañero lo que él aprovecho para sacar su máxima fuerza y lograr quitárselo de encima.

−Dejen mis cosas. − Levantó de rápido todas sus pertenencias del suelo y los guardó en su lugar correspondiente, excepto lo que sus amigos tenían en sus manos.

−Pero Conan kun, ¿qué significa esto? −Ayumi no entendía el porqué de esa foto.

Sin embargo para Haibara y para él era claro, a veces te gusta tener cosas que te recuerden que aunque estés lejos puedes tener cerca a la persona que amas.

−Además se supone que llegaste a vivir con Ran san en este año, no podrías siquiera haberla tomado.

−La foto y la tarjeta son Shinichi niichan, pero me las dio a que las guardara –explicó pero para los niños sonó a mentira, la cual era cierta sólo con el pequeño detalle de que él era Shinichi.

Los niños sonrieron con malicia entre ellos y se olvidaron de su misión principal que era comprar el pastel para salir corriendo a una ubicación que ellos conocían bien.

−¿Por qué traes eso en tu cartera? −cuestionó la niña que lo acompañaba y es que ella no siguió a sus amigos.

−La tarjeta la traigo porque pensaba comprarme un nuevo libro, −el libro que ahora se había convertido en el responsable de sus martirios.

Las carteras ocultan la personalidad del dueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora