[no estoy muerta, estoy de parranda! os recuerdo q podéis leerme en archiveofourown (o ao3 pa los amigos), mi user es @ nozoelis !!!!! ESTE FIC ESTÁ SIN CORREGIR Y ESTÁ HECHO ASÍ TO FATAL GKJGJGFDKJ pero es q estoy rejugando el oras y mis feels han vuelto a despertar............]
i.
La primera vez que le ves es en el fondo de una cueva. El señor Stone te había pedido que le entregases de su parte una carta, y aunque quisiste negarte, terminaste aceptando. Nunca supiste decir que no, viéndote atrapada en situaciones que desearías evitar debido a esto. Solo querías continuar con tu viaje, no perder el tiempo buscando a alguien que no conocías – y que, por lo visto, tampoco podía destinar unos minutos de su preciado tiempo a regresar a casa.
Entraste en la cueva con único pensamiento en la cabeza: marcharte de allí cuanto antes. Estabas cansada después de haber obtenido la segunda medalla, solo querías pasar la noche en cualquier Centro Pokemon cuanto antes. Tuviste que caminar hasta el fondo para que una silueta humana fuese visible en tu campo periférico. A medida que te acercaste, pudiste discernir mejor aquella figura. Estaba de espaldas, observando los enormes murales que se encontraban delante; tenía el pelo plateado y llevaba traje. Te mordiste la cara interior de la mejilla, sin saber muy bien cómo llamar su atención sin molestarse. Por suerte para ti, se giró a los pocos segundos. Seguramente hubiese oído tus pasos.
"Oh, no esperaba compañía", dijo el hombre al girarse. Le miraste con curiosidad, percatándote de que parecía más joven de lo que pensaste la primera vez que le viste. Su voz era suave, bien modulada, bonita; sus ojos brillaban con fuerza. No pudiste evitar sonreír tú también.
"Traigo una carta para ti", dijiste mientras rebuscabas en tu mochila la carta. El chico te miraba en silencio, expectante, y tu ineptitud para encontrar la carta consiguió que te pusieras más nerviosa incluso. Al cabo de unos segundos tus dedos rozaron el sobre. "Aquí tienes."
El chico lo cogió, mirando quien era el destinatario y guardándola poco después en el interior de su traje. "Gracias por realizar todo el viaje hasta aquí", murmuró mientras se dirigía a la entrada, pasando al lado tuyo. Se detuvo antes de salir. "Soy Steven, Steven Stone. ¿Cuál es tu nombre?"
Te quedaste en silencio durante unos segundos antes de responder.
"May", respondiste. "Soy May."
Él asintió con una sonrisa.
"May, trataré de recordarlo. Bien, esto es una despedida por ahora. Ojalá que volvamos a encontrarnos, May."
No te dio tiempo a decir nada más antes de que saliese en un abrir y cerrar de ojos. Te quedaste allí, quieta, pensando en vuestro encuentro.
Deseaste de todo corazón que sus palabras se cumpliesen.
ii.
La siguiente vez que le viste fue en Ciudad Arborada, en el puente. Había algo invisible cortando el paso, impidiéndote avanzar, pero Steven apareció por tu espalda y terminó siendo de gran ayuda. Era un Kekleon quien obstaculizaba el camino, y tras vencerlo, te giraste sonriente para mirar a Steven. Este aplaudió suavemente, como si hubiese sido testigo de un espectáculo que no se veía muchas veces en la vida.
"Eres distinta al resto de entrenadores que he conocido", dijo de pronto Steven mientras se acercaba al borde del puente, asomándose a mirar el agua. "Me alegro de que hayamos vuelto a encontrarnos, May."
Se giró para mirarte, estaba sonriendo. Te estaba sonriendo a ti, solo a ti. El corazón empezó a latirte más rápido, más fuerte, más dolorosamente; tuviste miedo de que Steven pudiese oírlo. Sonreíste como pudiste y asentiste, consciente de que un nudo te aprisionaba la garganta.
