El me elevó por los cielos me hizo ver estrellas en las noches oscuras, el me golpeo pero se sintió como amor de verdad no me importaba las marcas el estaba a mi lado prometió que siempre estaría, desaparecía por días pero el me amaba, tal vez sentí...
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“no hagas locuras”
—No puede ser que haga esto.—Analisse quedo parada enfrente de su casa elevo su vista observando su antigua casa la infrastructura era imponente.
Había llegado a New Jersey todo era muy conocido para ella igual no podía recordar sus memorias aquí, era un día nublado hacía frio y como era de esperarse casi nadie estaba en las calles.
—Solo vamos.—entro a la casa abriendo lentamente la puerta entro con algunas maletas y encendio las luces.
Parpadeo unas cuantas veces, todo seguia igual. Fue a la sala y acaricio el sofa solto una risita al recordar la vez que derramo chocolate en ese lugar comenzo a imaginarse a ella de pequeña en el lugar.
Recorrio cada lugar desde su habitacion hasta el baño el regosijo era grande como era de pensar llego la noche. Ordeno una Pizza y empezo a comer en la que era su habitacion todo estaba desordenado, se la paso recordando cosas y todo se le iba aclarando la musica estaba a todo volumen seguia metiendo vocado tras vocado en su boca. Sin embargo un ruido arriba capto su atencion el oido humano tiene la capacidad de oir hasta el mas minimo ruido al igual que el cerebro captar cuando hay peligro y ahora los dos trabajaban en lo mencionado.
Tomo sus precauciones bajo el volumen y en sus manos linterna del celular, no tuvo el valor de ir a esa parte de la casa pero ahora tendria que hacerlo.
—Mi vida es... fantastica.—comento sarcasticamente mientras qué buscaba la llave del atico.
y sus sentidos no la engañaron de ahí provenia ese ruido todo estaba lleno de polvo lo que la hizo qué tociera una y otra vez en el medio de todo había una enorme caja de vidrio rota por la mitad. Un ruido muy fuerte la asusto acudio a esa esquina oscura de ahí provenia maldijo internamente esto era de terror.
Suspiro al saber la causa del ruido era solo un monito con usos platillos en sus manos las cuales estaban en pesimo estado.
—de todos modos esto da miedo.—no iba a dejar que la asuste otra vez recogio el juguete le quito las baterias y lo cubrio con una sabana polvorienta.
Un sentimiento de culpabilidad invadio a Analisse, tal vez si ella estaba mas tiempo con su madre no moriria, infinitos “tal vez” estuvieron en su mente.
Al costado de ella había una cajita pequeña Analisse la tomo en sus brazos y abrio mirando su interior habían muchas fotos de ella de pequeña junto a su madre.
—Me haces falta...—unas gotas de lagrimas cayeron nuevamentr de su mejilla una tras otra.
De pronto sintio como se hundia su cuerpo le pesaba su cabeza le dolia todo se volvio negro.
