Durante tanto tiempo pensé que no volvería a confiar en el amor, mis esperanzas en aquel sentimiento habían creído extintas; solo me gustaba ir por el mundo sin tener un vínculo amoroso real con alguien, pensaba en conocer personas, interactuar con amistades y solo pasar un rato, sin embargo eso cambio un día...
En las vacaciones de verano común, todos los días eran lo mismo pasaba en mi casa encerrada, mañanas, tardes y noches; mis padres muy ocupados en darme lo mejor para mí nunca estaban en casa, no se daban cuenta que solo pedía a gritos en mis adentros un poco de afecto. Solo pasaban trabajando, tanto así que mi almuerzo a veces en solitario era solo una hamburguesa, a mamá le encantaba dejar una notita diciendo: "Hija cómete todo, espero tengas un excelente día". ¡Claro! con eso pensaba que siempre estaría de buenas; acaso cree que no me he dado cuenta que casi ni los veo, porque solo llegan a dormir.
Siempre me preguntaba que se sentiría el afecto de una familia amorosa, quizás las películas me vendieron otra idea, donde mamá, papá e hijo conviven felices dentro del hogar; que no podría empezar una comida si no estaban todos reunidos en la mesa, que un beso de buenas noches era mágico y un gran repelente contra los monstruos bajo mi cama.
Todas mis tardes, conversaba con mi prima con quien pasábamos horas de horas sentadas en la ventana como si esperáramos que pase algo extraordinario en la calle y así poder distraernos. No obstante, anochecía y nada nuevo sucedía. Nuestra rutina que marcaba nuestra vida.
Luego de la rutina, me fui a recostar en la cama, cogía mi celular y me puse a revisar para ver que había de nuevo en las redes sociales.
Como es común por allí había unos que otros mensajes saludándome de mis amigas y amigos.
Después de pasar tanto tiempo revisando, me cansé e iba a poner mi celular encima de la mesita de noche que está junto a mi cama, pero de repente vibró. Y me asuste...
Era un mensaje de un desconocido una persona que según Facebook era un amigo mío, a quien en la vida real no había visto nunca; Sin embargo, lo abrí decía: ¡HOLA!
Me pareció raro pero me decidí a responderle: HOLA
De inmediato volvió a vibrar mi celular, era de nuevo aquel chico desconocido respondiéndome:
ÉL: ¿Cómo estás?
YO: Bien, ¿y usted?
ÉL: Bien, solo que ando un poco triste.
YO: Pero, ¿Qué tiene?
ÉL: Estoy triste porque la chica que me gusta, no está interesada en mí.
YO: ¿No has hecho nada por gustarle?, ósea, algún detalle. ¿Algo?
ÉL: Sí, pero ella me dice que solo me quiere como un amigo nada más. En pocas palabras me mando a la "Friendzone"
YO: Entiendo, suele pasar, a veces no podemos tener todo lo que queremos.
Pero tranquilo pronto llegara una chica que te quiera de verdad.
ÉL: Gracias, espero así sea. Mejor cambiemos de tema.
Bueno dígame, ¿Cuántos años tienes?
YO: Tengo 16 años, ¿Y Ud.?
ÉL: ¡wau! También. Sabes, estuve chequeando tu perfil, al parecer estudiamos en el mismo colegio.
YO: ¡EN SERIO! Súper. (Por lógica se suponía que iba al mismo año de colegió que yo, pero igual decidí preguntárselo, porque el colegio estaba dividido en: masculino y femenino). –Y ¿A qué curso vas?
ÉL: Voy a 6to curso, Ingeniería. ¿Y Ud.?
YO: También, es mi último año de colegio, pero sigo contabilidad.
Así fue como el primer día nos quedamos horas de horas chateando, hasta que ya no pudimos más y prácticamente parecíamos unos "zombises". Ahahah. Así nos llamamos porque era demasiado tarde y seguíamos ¡despiertos!, pero el cansancio nos pudo y nos quedamos dormidos.
YOU ARE READING
EL MONSTRUO & LA AMANTE
Short StoryPUEDEN ALEJARSE MIL VECES, PERO SI LA VIDA LOS TIENE DESTINADOS, NO PODRÁN ESCAPAR...