Capítulo 3

1 0 0
                                    

- ¡Yoon Otto alejate de ese malcriado! - Dijo un exaltado Rey de Elfos.

Todos se quedaron en silencio, solo el viento que chocaba contra las hojas de los árboles podía ser audible en ese momento.

- ¡No le digas asi a Dorian, padre! - Exigió respeto al menor.

Otto se colocó enfrente del mencionado para protegerlo de cualquier insulto o acción.

- ¡Encerio hijo haz caído tan bajo!, te doy lujos, chicas, te preparó para ser un hombre, casarte con alguna chica a tu altura, y ¡defiendes a un mal nacido! - Dice sin poder creer las acciones de su hijo.

- ¡No le digas ASI!, no se como pudieron haberme entregado a ti, desde ahora ¡No soy tu hijo!- Grito un furioso Principe Elfo.

- Vamonos Dori - Dijo tomando la mano del menor llevándolo a lo profundo del bosque.

*

Estaban caminando hacía un lugar donde Dorian nunca había explorado, en eso Otto escucha sollozos provinientes de su compañero.

Este para de caminar y se arrodilla enfrente del otro al ver que estaba llorando.

- No llores Dori - Dijo secándole varias lagrimas con su pulgar - no hagas caso a lo que dijo ese hombre, tu eres único -

- Si con único quieres decir Raro.. - Susurro aun con lagrimas saliendo de aquellos ojos almendrados.

- Dorian escuchame bien, tu eres alguien diferente y lo sabes, eso y mucho más te hace único, no solo tus escamas - Acaricia varias de estas en su hombros - que son hermosas te hacen único, ni tu bonita cara, todo en ti es unico Dorian, y debes de tenerlo en cuenta siempre..hazlo por mi ¿si? - Lo miro con ternura tratando de animarlo dejar de verlo llorar.

*

Este asintió y siguieron caminando hasta que llegaron a una casa en la copa de un enorme árbol.

- Este será nuestro escondite, aqui podremos venir cuándo estemos tristes, enojados y felices, también ayudaremos al otro escuchandolo, sigueme - Lo guió a un montículo de ojas secas donde este se coloco invitando a su amigo.

Había una cuerda que estaba atada a lo alto de la casa y llegaba debajo del aquel monticulo de hojas. Este solo jaló de una palanca en forma de rama y la plataforma subió saliendo de su escondite de hojas; hasta la casa del árbol. Era muy amplia, justo para que vivieran toda una família.

- ¡Bienvenido al Castillo de el Rey Híbrido y su consejero real Elfico! -
Dijo un sonriente Otto extendiendo ambos brazos para que presentarle la casa.

- ¡Quiero vivir aquí! - Dijo un entusiasmado Dorian recorriendo toda la casa.

- Dori tu madre se preocupara si desapareces de repente, y será mi culpa, mejor dejemos esta casa como una sala de reuniones,¿mejor no? - Recomendó el mayor mirándolo correr de un ladi a otro.

- ¡¡Ohhhh!! Tengo una idea, Una ¡GRANDE IDEA! - Grito emocionado el menor.

Otto no alcanzo a contestar ya que fue jalado por un emocionado Dorian. Al bajar de la casa, salieron corriendo a un lugar que solo el menor conocía.

*

*

Llegaron a una tipo de playa desolada, con una casita improvisada en el medió de esta.

- ¿Dónde estámos? - Pregunta ahora confuso el mayor al estar a la orilla del bosque.

Dorian colocó su dedo indice en los labios del mayor, señal de que guardara silencio.

Se escuchó el reloj Real a la lejanía de la comunidad que marcaba la hora en la que el sol estaba completamente oculto, dejando ver las estrellas.

- Sigueme, pero no digas esto a nadie, ¿si? - Dijo susurrando un pequeño híbrido.

El mayor asintió y fue llevado de la mano por su acompañante hasta quedar completamente sumergidos en el agua.

Pudo observar completamente la aleta del menor que para el era hermosa, el triton lo sostuvo de la mano y lo llevó al fondo, donde no se veía nada por tanta oscuridad.

Pero ahí seguía Dorian tomado de la mano de Otto sin moverse, solo mirando a la profundidad.

El menor le hizo un seña para que tapara sus oídos y este lo hizo, pero estaba confundido, solo observo los movimientos de este.

Mantuvo sus manos en forma de silbido, y en fondo de la obscuridad una luz fosforescente se dirige a ellos.

Era un hipocampo un híbrido mitad pez mitad caballo, uno de los animales acuáticos más difíciles de encontrar, y ahora estaba enfrente de ellos dos.

Dorian se acercó a acariciar su aleta, el hipocampo parecia juguetón asi que no había que temer.

- Se llama Kaiser, lo encontré una vez que paseaba por aquí, y estaba herida, tenía una carita tan tierna haci que lo ayudé - Otto estaba confuso como podia escuchar la voz de su amigo debajo dek agua pero aún así no le prestó tanta atención a aquel detalle.

Otto ya no resistía seguir escuchando esa historia por sus pulmones, estaba ahogandose, ya estaba por acabarse su oxígeno y Dorian lo notó.

-¡Oh..! Perdón- Dijo disculpandose.

Juntando sus manos, y al separarlas formó una burbuja que colocó como casco sobre la cabeza de Otto, gracias a esté pudo respirar adecuadamente.

- ¿Porque no hisistes eso antes? -Dijo quejándose dentro de aquella burbuja milagrosa.

- Esque queria que fuera un momento especial.. - Miro apenado al mayor aún dejó del agua.

- ¿¡Un momento especial para ti es que muera ahogado?! - Dijo sorprendido.

- Sabes...no necesitas una burbuja para respirar debajo del agua.. -Dijo juguetón y provocativo.

-K&J ♡-
Gracias Por Leer
Hasta la próxima.

The Never Seen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora