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Ante el rugido furioso de Jung las omegas dejaron de hacer lo que estaban haciendo para voltear a ver como el peligroso gran alfa salía de entre los árboles gruñendoles mostrando sus afilados colmillos

-¿Ho-Hobi? -murmuró Chelsea, la omega que había sido elegida por el padre de Jung para ser quien daría a luz la siguiente generación de los Jung pero había un pequeño problema y ese era que HoSeok y su lobo no la aceptaban y estaban detrás de una humana llamada Emily

HoSeok rápidamente tomó su forma humana cruzándose de brazos mirando con fuego en los ojos a la omega quien bajó la cabeza en señal de sumisión ante un alfa

-¿Dónde las tienen? -preguntó HoSeok mirándola a ella y a las otras omegas quienes estaban tensas en sus lugares. La ira del alfa era detectable para ellas gracias a su olfato desarrollado y no deseaban molestarlo aún más pero tampoco iban a permitir que su tan ansiado plan se vea arruinado. Reuniendo todo el valor posible y ignorando a su lado animal que suplicaba por acabar con todo esto, Chelsea miró al alfa y sonrió amablemente mientras dispersaba feromonas para tranquilizar al alfa quien al sentir las feromonas gruñó haciendo una mueca

-No sé de quien hablas Hobi, si es por tu humana pues dejame decirte que no vinos a ninguna los territorios de la manada -habló la omega acercándose al alfa y tomándolo con cuidado de las mejillas repartiendo suaves caricias con sus pulgares en esta. Pero HoSeok rápidamente se alejó de la omega mientras sus ojos se tornaban de un furioso rojo carmesí indicando que su lado animal estaba más que furioso

De entre los arbustos salieron unos cuantos lobos sorprendiendo a las omegas pero rápidamente esa sorpresa fue cambiada por furia al ver a las humanas que acompañaban a aquellas enormes bestias que serían terroríficas para cualquier ser humano coherente y cuerdo, o bueno, eso es lo que ellas creían

-¡No hagas algo de lo que después te vas a arrepentir HoSeok! -gritó JiMin poniéndose frente a su mayor tomándolo por los hombros buscando desesperado en sus ojis algún rastro de su lado racional -¡Aún no las encontramos y no tenemos pruebas de que ellas las tienen! -Ante esas palabras YongSoo abrió los ojos como platos ofendida y sin dudarlo se acercó al alfa Park mordiendo su labio inferior buscando contenerse para no atacar a la humana del alfa

-¡¿Qué les hace creer que fuimos nosotras? Esas humanas no valen nada, son un maldito estorbo que vinieron a arruinarnos la vida! -gritó la omega furiosa apretando sus puños con gran fuerza logrando así que sus nudillos se tornen blancos por la presión ejercida -¡Si tan sólo jamás hubieran ido a la casa de esa maldita mujer de niñas ustedes jamás se hubieran visto! -JiMin rápidamente tomó del cuello a la omega y la tiró contra el suelo sacándole un gemido de dolor a esta quien abrió los ojos con temor al ver la mirada oscurecida del alfa

Emma al ver aquella escena rápidamente se acercó al peligris y lo tomó por los hombros ejerciendo un poco de presión sobre estos, temía que el chico asesinara a la mujer, sabía que esta y sus amigas les hicieron cosas horribles pero no sabía si podía afectarle a JiMin en la manada la muerte de la mujer licantrópo

-¡Déjala JiMin! -gritó la humana a lo que rápidamente fue obedecida por el alfa que una vez que soltó a la mujer abrazó a su mate aferrándola a su pecho mientras asesinaba con la mirada a las omegas, en especial a YongSoo

Muchos debían admitir que el aire entre aquellos seres era bastante tenso, los alfas estaban molestos y algunos tenían un debate mental con su animal interior para no lanzarse sobre las omegas y arrancarles la cabeza, no podían hacerlo muy a su pesar porque en el caso de YoonGi, JungKook y HoSeok, algo dentro suyo les decía que si esas omegas morían jamás volverían a ver a sus mates y si eso sucedía terminarían muriendo tarde o temprano por la tristeza y soledad

Los licántropos nacen en este mundo con una pareja la cual es elegida por su Diosa, la Luna, pero existían muchos que no encontraban a su pareja y se debían obligados a emparejarse con otros. Sin embargo una vez que el o la mate se hace presente el amor de verdad florece, no importa la edad ni si se acaban de conocer ya que fueron elegidos por la Luna quien había visto algo especial en ellos, quizás juntos pueden realizar algo realmente mágico o quizás cambiarían las cosas dentro de la manada al que el alfa, omega o beta normalmente pertenecía

-Será mejor...que nos vayamos de aquí, no conseguiremos nada hablando con ellas -Allison suspiró mirando ahora a SeokJin -Por favor Jin...no se vayan...los humanos son frágiles al igual que ustedes y ya cometimos un error al separarnos por los de Briana, ya no debemos permitir que eso suceda, no más -el silencio reinó el lugar después de aquellas palabras. SeokJin estaba ligeramente sorprendido por las palabras de su mate pero asintió dándole la razón a ella

-¡No pueden ir con ellas, son unas humanas y ustedes serán los futuros alfas que guiarán a la manada! -gritó YooNa mirando con dolor como SeokJin miraba con amor y preocupación a la humana, a un ser insignificante que podría morir hasta por la más mínima cosa

TaeHyung suspiró molesto por aquellas palabras captando de inmediato la atención de Ruth que lo miró curiosa y preocupada a lo que el alfa le sonrió levemente ignorando los gruñidos de YanDi. Los alfas empezaron a alejarse con sus mates pero antes de desaparecer entre los árboles del bosque el peligris se detuvo y miró a las mujeres licántropos por sobre su hombro sonriendo con total calma llegando a asustar en parte a estas

-Ya no seré su alfa, si la manada no acepta a quien fue escogida como mi pareja entonces ya no seré más que un simple forastero para ustedes -la mate de TaeHyung abrió los ojos sorprendida mirando al chico -Si nuestra Diosa me dio a esta humana como pareja es por algo, al comienzo quizás no lo tuve tan claro y actuaba por Instinto pero luego Ruth hizo que me diera cuenta lo que es el verdadero amor. Ella no está conmigo por mi posición o por ese tipo de cosas, ella está conmigo porque me quiere -TaeHyung ahora miró a su mate sonriendo levemente -Ya te fallé una vez mi dulce princesa y no estoy dispuesto a hacerlo de nuevo, no volveré a ver esas lágrimas de tristeza y abandono en tu rostro nunca más -y tras esas palabras besó la frente de la chica y se la llevó de ese lugar yendo así al mundo humano

Mi Pequeña HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora