Pensé mejor sobre mi ex, y creo que nunca lo valoré como debía en mis momentos difíciles, no tarde minutos en llamarlo, le pedí que nos viéramos, el accedió. Nos vimos en un café, le pregunté cómo iba su vida y conversamos de muchas cosas, me di cuenta de lo tonta que había sido por no creerle...
El me confesó que no podía olvidarme y desde hace tiempo quería llamarme, no sabía si era el momento para decirle todo, el creyó que no lo amaba, yo le conté la historia que viví en el mar, lo difícil que había sido y terminé con lo mucho que lo extrañaba y que estos meses sin el había sentido casi lo mismo y por eso lo había llamado. El reaccionó muy bien y yo también, a pesar de que no volvimos en ese momento, poco después fuimos a la misma playa donde yo había quedado atrapada, fuimos a una isla donde nos quedamos horas conversando y bien, fue ahí donde me pidió matrimonio, donde aparte me dejo una pequeña carta que decía
"Querida, no se que vayas a decir al respecto, estaba seguro que después de años de relación este momento llegaría, cuando te encontré en el mar, no pude evitar ir por ti y terminar a la chica con la que me viste, nunca quiero volver a perderte por una tercera vez, tal vez veas mi propuesta como algo muy apresurado pero estoy seguro que estoy locamente enamorado de ti, después de vernos en el café no perdí la oportunidad de comprarte este lindo anillo, quiero pasar el resto de mi vida contigo y cuidarte para siempre, espero me des el si"
Termino con su nombre y con un "te amo" yo no pude evitar abrazarlo y darle el si, poco después nos casamos y ahora tenemos dos lindos hijos Tomás y Eugenio.
