te llamaba y enviaba mensajes las 24 horas del día pero seguías sin contestar, así que decidí visitarte.
recuerdo que llovía, llovía a cantaros, pero no me importó, tomé una campera y fui a la puerta de tu casa.
toqué el timbre y a la tercera vez atendiste, tenías el pelo mojado, se notaba que acababas de salir de la ducha.
-basta, ya te dije que terminamos, basta de mensajes, basta de llamadas, basta de preguntarle a mis amigos por mí, basta! - crack - lo nuestro se terminó, hace rato que lo tendríamos que haber dejado - crack - pero vos siempre insistiendo, sin importarte como me sentía, porque no veías que no era feliz al lado tuyo - crack - porque ya no te amo más - y cerraste la puerta.
y ahí me dejaste, mojada y con el corazón roto a pedazos, sin darte cuenta cuanto te necesitaba y sin encontrar el camino para volver a casa.