Verte todos los días me complica el trabajo de olvidarte, te veo y vuelvo a caer, te veo y mis piernas tiemblan, me pongo nerviosa al hablar y no puedo dejar de mirarte. Todos los días salgo a los recreos para verte porque si te veo ya mi día es completo. Voy al colegio suponiendo que tú también irás y si no estás allí me parece una pérdida de tiempo estar en la institución.