Kidnapping; Vkook

00.

Me quedé mirando la pizarra pretendiendo que prestaba atención mientras que con mi bolígrafo golpeaba mi libreta de vez en cuando, volteé a ver a mi compañero de banca que al igual que yo solo estaba perdiendo el tiempo.

Comencé a guardar mis cosas en la mochila, no faltaba mucho para que sonara la campana para irnos a casa.

-Antes de retirarnos, quiero felicitar a su compañero Taehyung por tener las mejores calificaciones de la clase -. Dijo la profesora mientras me miraba con una sonrisa.

Le devolví el gesto y unos segundos después se escuchó el ruido de la campana anunciando que las clases habían terminado.

Me levanté lo antes posible de mi asiento, colgué la mochila en mi hombro y le di una mirada rápida a Yoongi, el apenas había comenzado a guardar sus cosas, Miré al techo y suspiré.

-¿No pudiste haberlo hecho antes?-. Le pregunté de mala gana mientras veía como seguía guardando cosas en su mochila.

Me miró a los ojos y resopló.
-No me dio la gana-. Dijo y volvió a la suyo.

- Ahg! Realmente eres un dolor de cabeza. Mueve tu pálido trasero, no tenemos mucho tiempo-. Dije y salí del aula.

Me quedé esperando mientras me recostaba contra la pared que estaba frente a la puerta. Mientras veía como la gente iba saliendo una por una o a veces en grupos o parejas, hasta vaciar el salón.

Sabía que no me haría caso y se tardaría lo mas que pudiera solo para fastidiarme.
Ahg, Min Yoongi , el ser mas repugnante del mundo pero que tanto quiero.
Puede que mucha gente lo tache de amargado pero el es realmente buena persona, puede ser bastante dulce si se lo propone.
Es una lastima que la gente no se de la oportunidad de conocerlo mejor antes de juzgarlo.
Conozco a Yoongi desde hace años, cuando aún eramos apenas unos renacuajos.
El siempre estuvo conmigo. Aún que ni el ni yo seamos de los que les gusta demostrar afecto, ambos sabemos lo mucho que queremos el uno al otro.

Por fin salió del aula y tan rapido cómo salió, tiró de mi mochila y me arrastró hasta la puerta de salida.

-¿Por qué no me dijiste que era tan tarde?-. dijo cuando llegamos a la parada de autobuses.

Yo solo lo ignoré y me subí al autobús una vez que este llegó.

-¿Cuántos son?-. Se sentó mientras me preguntaba.
-tengo entendido que son 5.