Mi verdad

Era normal que Tony Stark realizara fiestas, el hombre aprovechaba cualquier circunstancia para hacer una e invitar a medio mundo, ya fueran agentes, celebridades o amigos, por su puesto el Capitán América estaba incluido.

Steve recordaba la insistencia de Tony, exponiéndole todas las razones por las que debía asistir a cada una de sus extravagantes reuniones.

Debes interactuar más, Rogers, mezclarte, conocer a una linda chica, convivir fuera de las misiones con el equipo...

En ese momento el capitán se había sentido extrañamente incomodo al tener la mano de Tony en su hombro y su boca cerca de su oído, percibiendo su cálido aliento contra su mejilla acompañado de un ligero olor a whisky.

Por esa razón, Steve se encontraba en la mansión para festejar el año nuevo rodeado de personas en su mayor parte desconocidas, observando a los que ahora consideraba amigos divirtiéndose en el lugar, disfrutando todo lo que Tony con el mejor de las intenciones había planeado.

Natasha bailaba con Clint, un baile lento y tranquilo en medio de la pista junto a otras parejas, Janet y Hank conversaban con un grupo de personas, el tema le era completamente ajeno, sorprendentemente Hulk, Thor y T'challa permanecían en una esquina tranquilos, uno a lado del otro, hasta Pepper quien generalmente estaba en contra de las fiestas estrafalarias del moreno se encontraba con su nuevo novio, los dos cerca del buffet, sonriendo, todos estaban pasándola bien, todos observó Steve, menos el anfitrión.

Alejándose un poco de la barra, lo buscó por la sala entre los desconocidos, Steve deseaba agradecerle y conversar con él, si el moreno no hubiera insistido en que viniera, no estaría pasando un buen momento al ver a todos sintiéndosetan cómodos, tranquilos y contentos.

No queriendo molestar a los demás, el rubio decidió buscarlo el mismo, se alejó adentrándose en los pasillos de la enorme mansión.

Para el capitán, Tony era confuso, demasiado despreocupado, sarcástico y de alguna manera egocéntrico, podía entenderlo ya que también tenía cualidades únicas y valiosas desde su punto de vista; extremadamente inteligente, decidido, curioso, divertido y un buen héroe, Tony poco a poco se había ganado su confianza y amistad, Steve creía conocerlo mejor que nadie, porque debajo de todas esas sonrisas pretenciosas, se encontraba un hombre que solo se sentía solo, al igual que Steve.

Después de caminar por el laberinto que llamaban base de operaciones, llegó hasta las habitaciones en el piso superior, aún no había pista de su amigo, Steve recorrió el piso mientras bebía del vaso en su mano, justo cuando se daba por vencido, lo encontró. La puerta de una de las habitaciones no se encontraba completamente cerrada, el rubio logró vislumbrar a Tony a través del espacio, sin ser consciente Steve se acercó con sigilo.

Lo que ocurría dentro de la habitación causo que Steve Rogers aplicará mayor fuerza en el vaso que sostenía, provocando grietas en el vidrio.

Tony besaba a un hombre.

Un desconocido poco más alto que el moreno, quien mantenía sus manos sobre su cintura, Tony lo rodeaba por el cuello, incapaz de apartar la mirada, Steve siguió contemplándolos.

El beso no era lento, ni suave, era profundo, Steve nunca había visto un contacto tan lascivo y crudo.

Una sensación de repulsión serpenteo bajo la piel del rubio, sabía que Tony era conocido como alguien mujeriego y seductor, siempre conocido por llevar una vida de libertinaje entre faldas, pero Steve jamás imagino que también se involucrara con hombres.

Sin saber porque el capitán se sentía como un tonto, experimentaba una tremenda aversión por lo que sin poder evitar seguía contemplando, había estado buscando a Tony para charlar y agradecerle, pero Tony se besaba sin pudor con otro hombre, sin miramientos, era verdad que era su casa, que no era asunto de Steve con quien se involucraba, aun así le resultaba desagradable observarlo en esa situación, todos ellos estaban a una escasa distancia y eso parecía no importarle al moreno, sin pensarlo dos veces, Steve dejó caer el vaso, el vidrio se hizo añicos al golpear el suelo.