Rota.

¿Por qué yo?

Si, me lastimaste, lo hiciste de todas las formas en la que se puede lastimar a una persona, estoy rota. No fue solo culpa tuya, la compartimos. Fué mi culpa al dejarte entrar en mi vida y convertirte en alguien importante, fue mi culpa al erizarme con un solo mensaje o una sola caricia, fue mi culpa al no decir BASTA y bajarme del juego en el que nos encontrábamos.
Pero para serte sincera, nunca creí que todo terminaría como lo hizo. Un parpadeo, solo eso bastó para que todo cambiara y se oscureciera. Un parpadeo y alguien más ocupaba mi lugar.
No sientas lástima por mi, tu pena no arregla nada. Es más, si es que alguna vez tuviste sentimientos reales hacia mi preferiría que no los vuelvas a mostrar.
Quedate tranquilo, no derrame ni una sola lágrima a causa de tu partida, la tristeza que siento se manifiesta de otra manera.
Se me hace dificil volver a intentarlo, volver a confiar en otra persona. Me dejaste una duda enorme, ¿Todos los hombres son iguales? ¿o solo fué mala suerte haberte conocido?
Pero a pesar de lo malo, fuiste una experiencia nueva para mi, me enseñaste cosas. Me enseñaste el no entregarme por completo a una persona, a estar un paso adelante siempre, me enseñaste a no mostrarme débil, a ser fuerte y a seguir. Sigo de pie, tal vez un poco rota, pero no vas a lograr que vuelva a caer. Volver a vos no fué ni será nunca una opción. Me lastimaste, no sabía quién eras en realidad. Pude conocer lo más oscuro de vos, y prefiero vivir con este dolor en lugar de seguir creyendo tus engaños, idealizandote como el ser perfecto que mostrabas a los demás.
Me sorprendió tu hipocresía, debo admitir. Si se calificara tu magnífica facilidad a la hora de mentir o actuar frente a cualquier situación, no dudaría en darte la nota más alta. No creo que tengas culpa, o te arrepientas de todo lo malo que hiciste, demostraste no sentir empatía o cariño hacia nadie que no seas vos mismo.
Me lastimaste, y aún no entiendo el porque, ¿Por qué yo? Me repito seguido, ¿Qué te hice para que me utilices de esa manera? Y aunque lo piense por horas, días, semanas o meses, nunca las voy a poder responder. Nadie más que vos sabe las causas, y algún día me gustaría que me las explicaras. Solo necesito comprenderlo y tal vez así poner el punto final a una historia que hubiera preferido nunca empezar a escribir.