Cápitulo único.

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Una fuerte corriente de aire alborotó los rubios cabellos de Henry Bowers llevandose con él las lágrimas que circulaban por sus rosadas mejillas después de lo que seria la peor rabieta de su vida. La rabia llegó a él cuando notó que la pintura de su cara se estaba borrando. Las líneas rojas que cruzaban su rostro desde más arriba de su párpado hasta las comisuras de su boca parecían difuminarse lentamente, además no fue la decisión más acertada pasarse las palmas de las manos por las mejillas ya que acabo arruinandolo del todo.

Rugió alterado;acababa de estropear su simple disfraz de Halloween, sus verdosos ojos buscaron una superficie reflectante donde ver aquel desastre de su cara.

—¡Joder, mi maquillaje! –Gruñó mirandose en el cristal de un escaparate– bueno, al menos la nariz se mantiene roja.

Si él se enterara de que había arruinado su última oportunidad para ver a uno de sus compañeros, lo mataría. Bufando dejó de nuevo que la ira se acumulara en su cuerpo, deseando golpear algo lo suficientemente fuerte como para romperlo, pero de nuevo esa voz llegó a sus oidos, como la corriente de aire cargado de niebla que entorprecía su visión.

Corrió entre los callejones para asomarse por una de las esquinas  al borde de las lágrimas y esta, era la segunda vez en toda la noche.

—Chicos, juro que lo ví.–Dijo, alterado.

—Patrick, para esto, te estás haciendo daño —La voz de Victor sonaba calmada y convincente. Eso le dolió — Disfrutemos de la noche de Halloween por una vez.

Henry se asomó un poco más, sintiendo las mejillas húmedas, sus uñas se clavaban en la pared buscando aliviar la presión de su pecho. No entendía. Espera no. No quería entenderlo, pero si lo hacía, aún que negarlo lo hacía más doloroso de lo que ya era verles y oirlos, como si fuera un fantasma.

—¡¡No estoy loco!! – El grito hizo que ambos amigos retrocedieran – ¡Yo sé lo que ví!¡Sé que era él!

Una mano pasó por sobre los hombros del rubio tirando un poco de él, pero este no cedió, quería mirasen donde estaba, quería gritarles como siempre lo hacía. El tirón se hizo más fuerte pero Bowers, no cedía.

—¡¡PATRICK, BASTA!! –Blech gritó, enfurecido– ¡¡HENRY ESTÁ MUERTO!! ¡¡SUPÉRALO DE UNA VEZ!!

En ese justo momento se giró. El rostro de aquel payaso parecía más sereno que la primera vez que lo vió. Ya no le temía, hace mucho tiempo atrás que dejó de hacerlo.

—Henry, arruinastes tu maquillaje –Murmuró encorbandose hacia él– Te dije que no te acercaras demasiado.

Bowers mantuvo silencio mientras sentía que la pintura roja que sacaba Eso de sus propias marcas, era restregada por las lineas desteñidas que cruzaban su rostro. Al terminar fue notable su cara de disgusto. Él quería hablar con sus amigos por encima de todas las cosas en este momento. Mejor dicho, quería hablar con Patrick por encima de todas las cosas en este momento, por eso con timidez le pidio su deseo más querido en aquella noche de niebla.

—Henry, te dejé salir ¿Y aún así pides más?

—¡Pero no es justo! Es una tortura verlos como se pelean, no puedo ir a golpearlos si quiera...

—¿He de repetirlo? –Se veia molesto y Bowers se mantuvo callado– Hagamos algo porque eres demasiado revoltoso. Si vas a ver a tus amigos, no te volveré a dejar salir.

—Sigue siendo injusto –Replicó.

—Te equivocas de payaso si buscabas justicia.

Las grandes manos de Pennywise revolvieron el rubio cabello de Henry Bowers que ha pesar de estar disgustado, no podía enfadarse con él, le quitó muchas cosas que amaba como Patrick, pero le dió un lugar tranquilo donde podía flotar. Sin disturbios.

LAST NIGHT《Hentrick》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora