ARYN

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Hola chicos, os voy a contar una historia, bueno una historia no, mi historia, pero antes de nada me voy a presentar, me llamo Aryn y mi apellido es grandes almacenes, pertenezco a la noble familia de composición de poliuretano 100% y reciclable 00. Os voy a contar como empezó mi historia, yo vivía placiblemente con mi familia colgadito de una percha en mi casa que estaba situada en un rascacielos donde entraba y salía mucha gente y la gente compraba productos, se los llevaba y siempre para que sus productos tuviesen una buena calidad se iban con uno de mis familiares nosotros nos íbamos encantados , no creáis que nos poníamos tristes, porque sabíamos que teníamos una función muy importante, teníamos que ayudar a la gente a transportar sus cosas a sus casas y... ¿Quién mejor que nosotros?, la familia Grandes Almacenes, para llevarles la compra a su casa y que su compra fuese de su agrado, así que un buen día llegó el turno en el que me vi, que dentro de mí metían una consola que iba a hacer las delicias de una familia con unos niños pequeños, cuando llegamos a casa y vimos que todos me vieron, empezaron a gritar... ¡Aryn, Aryn, Aryn Grandes Almacenes!, todo eran gritos y alegrías y carcajadas hasta que los niñitos me cogieron lo que había en mi interior, y empezaron a gritar, pero de repente me vi hecha una pelotilla y tirada contra una pared, ¿Pero qué pasa aquí?, ¿Por qué nadie me hace caso a mí?, ¡Soy Aryn, estoy aquí chicos, miradme!, pero nadie me hacía caso, todos se habían quedado pendientes de la consola y no me hacían caso, dije... ¡Bueno... será la emoción del regalo!, pero el rato pasaba y pasaba y yo seguía en una esquina toda arrugado, con lo elegante y pulcro y lo cuidadoso somos mi familia y me vi relegado en una esquina todo hecho una bolita.

Al final los niños cansados de jugar se fueron a la cama, y entonces su papa vino y dije, ¡Por fin alguien me viene a recoger!, y me va a poner en el sitio que me corresponde, en una perchita bien liso y controlando toda la situación, pero cuál fue mi sorpresa cuando el papa me cogió fuerte, fuerte, fuerte cuando me crujieron todos mis huesitos y me tiro a un cubo, que por cierto olía muy mal allí había restos de pescados, trocitos de carne, también de huevo, que hablaban sin parar, todo estaba mezclado, había recipientes, vidrio, había mondas de patata, había papel,

había de todo, un asco, y dije que pasa aquí, aquí hay una equivocación, me tienen que sacar de aquí, pero la cosa olía muy mal.

Llegó la mañana siguiente, porque de repente entro una luz por las rendijas de la puerta que daban al cubo, mas tarde la mama asomó la cabeza y pego un nudo a algo y me encontré flotando por el aire hasta que caí en un cubo grande, profundo, oscuro y hacia frio, y todos se quejaban y decían... ¡No..., No..., la trituradora, la trituradora! Y yo no sabían de lo que hablaban y permanecí quieto y algo asustado, de repente se escuchó un gran ruido, como los camiones que venían a dejar las mercancías en mi casa y de repente oímos unos ruidos, unos ruidos, y me encontré cayendo hasta que llegué a un sitio de donde había más desperdicios fue horroroso, el camino se puso en funcionamiento y el traqueteo nos hacía movernos de un sitio a otro, me calló un trozo de pescado encima <por Dios, quitarme ese pescado, oh... ese tetrabrik..., pero por Dios, todo está mezclado> que asquerosidad, de repente se hizo la luz y volvía a caer al vacío y rodé y rodé, y nos vimos todos liberados, no sé qué había pasado pero de repente de estar apretados en algo, estábamos todos libres, de repente vino una ráfaga grande de viento y yo, comencé a volar y a volar, y no podía parar y seguía a los demás gritar y gritar, al tetrabrik, al pescado, al vidrio, todos estaban allí y juntos los veía desde el cielo gritar y gritar y yo seguía volando y volando y claro, estaba asustado, me alejaba de todos a los que conocía, hasta que de repente el cielo se empezó a poner oscuro y empezó a llover y las gotas de lluvia me hicieron que cogiese peso y empecé a caer, a caer y a caer, y ahí es donde empieza mi aventura, ¿Dónde fui a parar?, fui a parar a una extensión grande de agua, era ni más, ni menos que el mar, tuve la mala suerte que caí boca abajo, y entonces me empecé a hundir y a hundir, y cuando me empecé a asustar, porque la cosa se ponía bastante oscura, me vi atrapado en la aleta de un pez que salió fuera del agua y empezó a saltar y saltar y yo atado a él viajamos un buen rato, hasta que en un salto con tan mala suerte, me desenganché y volví a quedar flotando en el mar, bueno por si no os habéis dado cuenta, yo pertenezco a la estirpe de las bolsas 100% poliuretano y no reciclables que son las mejores, las más duraderas, dicen que tardamos más de 200 años en desintegrarnos así que fijaros que si somos buenas, somos de calidad...

La verdad es que me di mucha pena cuando me vi suelta de la aleta del pescado, porque la verdad es que esos saltos y esos brincos que daban en el agua me encantaban así que me volví a encontrar, flotando encima del mar, las olas me subían y me bajaban, me balanceaban y cuando estaba comenzando a a marearme oí un ruido muy extraño, era como el del camión que traía la mercancía a los grandes almacenes, pero muy exagerado, y el agua hacia turbulencias y se movía y de repente algo me agarro y empezó a girar con fuerza y me daba vueltas y vueltas, ¡Hay..., por Dios que mareo!, nunca había notado una sensación así hasta que de repente note un desgarrón grande, grande y me vi lanzado otra vez al agua, por Dios, que había pasado, me habían roto una asita de mi asa, pero... ¡Que sin vergüenzas!, y vislumbre que al final algo se seguía deslizando en el agua, y se oían risas, y música, y de repente cosas sucias empezaron a caer al agua, tiraban cascara s de manzana, tiraban desperdicios, y me caían encima y me manchaban a mí y al agua, pero...¿Qué era aquello?, ah..., al final pude distinguir a esas personitas que nos llevaban a su casa, con sus compras, ah..., esta era buena gente, pero porque tiraban mierda en el mar, porque tiraban mierda encima mía, no entendía nada, de repente la música paró, el rugido aquel empezó a sonar fuerte y una hélices empezaron a moverse rápidamente y por la turbulencia me lanzaron fuera de aquello que flotaba y de repente me volví a ver flotando en agua y cada vez me dolía más la asita que me habían roto, ahí colgaba inerte, la bolsa tan magnífica que había sido y me estaba convirtiendo en una bolsa algo deteriorada, si mis padres me vieran..., ¿Dónde estará mi 100% poliuretano?, hay... que desgracia más grande, estaba triste balanceándome en las aguas del océano, cuando de repente vi a lo lejos unos chorritos de agua que salían lanzados hacia arriba, y de repente vi una más oscura y grande que se acercaba a mí, por Dios, era una ballena, y abría su boca y se metía todo dentro de su boca y como os podéis imaginar me vi de repente en su estomago allí había un montón de grill y cada poco entraba grandes cantidades de agua y más grill y más grill, porque la ballena estaba comiendo pero claro, cuando me noto en su barriguita, pego un gran estornudo y... ¡PUM!, el grill, el agua y yo, salimos otra vez despedidos, así estuve un tiempo flotando, el sol, empezó a decolorar mi magnifico nombre, y mis colores se fueron apagando un poco, al final había perdido la esperanza, cuando de repente me vi otra vez enganchado en la aleta de un delfín el

delfín saltaba y yo pude agarrarme a él, y ahí pase unas aventuras muy grandes, porque estuve mucho tiempo agarrado a la aleta del delfín, el delfín viajó por miles de sitios, cacé con él, canté con él a la noche, con sus compañeros, pero llegó el día en el que me volí a desprender de su aleta, pero ya estaba tan deteriorada, que al final, porque estaba llena de agujeritos, pues no flotaba muy bien, así que me vi enganchada en la sierra del pez espada, y ahí estuve, siempre yendo delante del pez espada, antes de que llegase él, llegaba yo, porque estaba agarrada en su serruchito de delante, pero tuve la mala suerte de que el pez espada quedó enganchado en una red y al final, se quedo allí, quieto, quieto, quieto parado y de repente el pescadito calló al fondo del mar y yo me vi con él envuelto en el fondo del mar, allí tuve suerte, porque me encontré con muchísimas, muchísimas bolsas amigas mías, había bolsas del supermercado, había bolsas de la zapatería, bolsas de la pescadería, de la carnicería, había bolsas de todas las clases y todas éramos de bastante buena calidad, porque todas éramos las más reciclables, si no las más duraderas, el fondo del mar, estaba sembrado de amigas mías y bueno también había mucho tetrabrik, pero no nos relacionábamos mucho, porque nosotros tenemos mejor calidad que ellos...

A sí que pase de vivir arriba del mar, agarrándome a los peces a vivir abajo, al fondo del mar con todas mis amigas, cada vez esto se está poniendo un poco mas excesivo porque los nuevos vienen y te quieren quitar el sitio, pero bueno, aquí nos vamos defendiendo, bueno chicos y esa es mi historia, ya no se que más contaros de todos modos si queréis vernos aquí podéis bajar al fondo del mar y nos encontrareis por todos los sitios porque estamos llenos, ya sabéis bolsas Aryn es 100% poliuretano y ya sabéis tardamos 100 o 150 o 200 años en desintegrarnos, así que tenéis para rato, podéis bajar cuando queráis, porque estaremos mucho tiempo con vosotros, ¡ADIOOOOSS...!


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⏰ Última actualización: Sep 21, 2020 ⏰

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