"El tiempo ha pasado, y las cosas han cambiado"
Aquellas palabras resonaban en la mente de James. Jason, lo había dejado. Lo había dejado solo y sin amor.
-Hey, amigo- el rubio se encontraba en la barra de un bar mugriento, levantó la cabeza de su wiskey, mirando al barman- ¿estarás ahí toda la noche o...? ¿Qué te ha pasado?
-¿acaso importa?- respondió secamente el rubio, con una voz rasposa y triste. El barman, con acento Alemán, se alejó un poco aturdido y confundido de James. Este, bajó nuevamente su cabeza. Una lagrima cayó por su mejilla, secándola con su manga izquierda muy rapidamente.
-Oye, rubia- escuchó, detrás de él, la hermosa voz de su amado. Dando la vuelta en su asiento, lo miró. Lo miró inseguro, con tristeza y un poco de odio.
-Te estuve buscando por sema...
-¿qué quieres, Newsted?
-¡Vaya! Hace años que no me decías así- sonrió timidamente, guardando sus manos en su vieja chaqueta de cuero, resguardándolas así del frío.
-¿por qué vienes hasta aquí? ¿Acaso ya no es suficiente lo qué...?- fue interrumpido por un abrazo de Jason. Un abrazo con dolor, amor y sobre todo, cariño infinito.
-Te amo, tonto- James correspondió en abrazo- me di cuenta, que no podía vivir sin ti. Y que nunca podré hacerlo.
-Sabes que yo también te amo...
-pensé, que las cosas habían cambiado. Que yo ya no sentía lo mismo por ti. Pero me equivoqué, porque aún te amo. Te amo como nunca te amé en mi vida.
-Idiota- el rubio lo tomó de la nuca, atrayéndolo hacia sí. Juntando sus labios en un tierno, pero necesitado beso.