Kenya Jenner (ABANDONADA)

22

[Narra Cameron]

Keny y Jack hacían muy buena pareja, me daba algo de envidia pues era como la pareja ideal, pero por ahora soy soltero y hago lo que quiero.

El viaje a España nos iba a venir muy bien a todos, ya que teníamos muchísimas ganas de ir.

—¿Puedes venir, Keny? —ella asintió y se apartó de Jack J para venir conmigo— Hay una cosa que quiero decirte... —me arrodillé sobre una rodilla y ella se empezó a reír como loca.

—¿Qué haces, Cam? —logró decir entre las risas.

—¿Quieres ser... Mi mejor amiga? —ella asintió, me puse de pie y me abrazó aun riendo.

—Estás como una puta cabra —me besó la mejilla.

Quedamos abrazados por unos minutos, me encantaba estar abrazado a ella porque era como si todo mi mundo se fuera y solo estuviéramos ella y yo. Tarde o temprano, por mala suerte, nos separamos, y nos sonreímos.

●●●

El viaje a Barcelona fue muy largo y cansado. Cuando llegamos era por la noche y no tardamos en encontrar el hotel y establecernos.

En la habitación de Nash y yo reinaba el silencio, excepto por los ronquidos de mi amigo.

En todo ese "silencio" una notificación me saltó.

Peque🤩💕

¿Vienes?

Voy👌

Espera

¿Y Nash?

Roncando

Está bien, te espero

Agarré mi teléfono móvil y salí de la habitación, la habitación de Keny estaba justo al lado de la mía. Llamé y ella me abrió en seguida.

Mis ojos se abrieron como platos cuando la vi. Llevaba solamente una toalla que envolvía su cuerpo, aunque esta no tapaba mucho pues la llevaba por el muslo. Tenía una mano sujetando la toalla alrededor de su pecho para que no se le cayera, pero cómo no fijarse donde tenía la mano... La toalla le apretaba levemente haciendo que sus pechos se notaran más.

—¡Cameron! —rió— Que mi cara está aquí —se señaló con la mano libre su cara y me hizo pasar cerrando la puerta tras de mi—. Me estaba duchando, espera un momento que coja la ropa y me vista.

—¿Cómo quieres que no me fije? ¡Están a punto de salirse! —debatí.

—¡No seas exagerado! —se metió en el cuarto de baño.

Me pasé las manos por la cara nervioso. Esta chica me volvía loco. ¡La última vez que una chica me recibió así lo hicimos! Estaba completamente loca si creía que no me iba a fijar en sus pechos.

—Ya estoy —salió con un resplandeciente vestido negro corto, con el pelo totalmente liso y algo maquillada, solo los ojos y los labios—. No tengo ganas ningunas de dormir, vayamos a cenar.

—Definitivamente, estás loca —me acerqué a ella y le besé la frente—. Venga, vamos, tengo hambre.

—Ve a la habitación y ponte guapo, te espero abajo, ¿está bien?

Asentí distraidamente