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8 de Febrero, 1998.

2:06 PM.

El viento dejaba ver las hermosas vistas desde su cabaña a Aamaha, cual niña pequeña viendo tal hermoso día.

Su madre, aquella mujer pelirroja y con una sonrisa a todas horas, cocinaba un rico pastel, compuesto por una deliciosa crema de chocolate. Mientras, su esposo trabajaba en la fábrica Delemue, que se estaba cayendo a pedazos y contaba con sólo 16 encargados. Y como no, el dinero de aquella fábrica de calzados no alcanzaba para sus trabajadores de tiempo completo.

-¿Cuándo vendrá papá? -Preguntó con tal delicadeza la niña, con sus 8 años recién cumplidos sabía perfectamente que su padre trabajaba 16 horas, aunque la pregunta todos los días estaba presente.-

-Faltan.. 12 horas..- Vio su madre el reloj de plata de su 21 aniversario. Ya con 45 años-

Aamaha suspiró cansada, ya eran las 4:57 y ella dormía a las 5:15, no lo podría ver.
Luego de bañarse, vistió su camisón color beige y tomó su cabello en una azulada coleta. Tomó su diario y una pluma que ella tenía, después, lentamente subió a su cama y se acomodó, para escribir en el.

8 de Febrero, 4:59.

Estoy cansada de que nunca pueda ber a mi padre, el sienpre hace todo por mi y nunca se lo e agradecido. Porque? no lo se, debería dejar ese trabajo que nunca nos paga la comida. Rayos.

                _♡_

-¿Cariño? -Preguntó su madre, sin saber que la niña había dejado su diario en un lado de la gran y Rosada cama, viendo como descansaba la pequeña, mañana tendría colegio.


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