La Casa Golden

2.-

9 de Febrero, 1998.

8:30.

Hora de ir a la escuela.
Aamaha se preparó tranquilamente mientras su madre preparaba el desayuno, una rica sopa.

Se escuchó de repente un gran estruendo, luego de horrorosos gritos y disparos, Aamaha corrió hacia la sucia ventana y ahí vio, su padre en el suelo.

-¡PAPÁÁÁÁÁ! -Gritó  bestialmente la infante, con una gran velocidad abriendo la puerta y corriendo a la herida-

-¡AZAEEEEEL!! -Los gritos de las dos femeninas hicieron escandalo en todo el pueblo, cual estaban todos peleando contra todos, cuando...

-...-Aamaha cayó tendida al suelo, con los ojos abiertos y en gran tamaño.-

-N-No..¡NOOOOO! -Gritó por fin reaccionando el hombre, y la mujer inmediatamente se sostuvo de el y lloraron juntos.

La policía llegó, con dos ambulancias y de pronto llevaron a los heridos a el hospital que se encontraba a 34 kilómetros de allí, 12 de 58 personas sobrevivieron, encontrándose viva Aamaha.

¿Podrán saber que paso con el masculino no? En dos días sería su funeral.

11 de Febrero, 1998.

6:30 AM

Luego de la tal tragedia, que terminó siendo una huelga mal realizada por parte de los trabajadores en Delemue.

Bastante fue el caso, que se cerraron las escuelas, como las  herrerias, Zapaterias, tiendas, restaurantes bajos, y altos.
Hasta la gran riqueza sufrió por la tal catástrofe, que se donó dinero a esas familias sin masculinos, y tambien, mujeres.

Ya era hora de que la carroza que se contrató para Aamaha y su mamá vayan a ver la gran urna grisacea y agrietada, donde yacía su padre, Azael.

Durante 2 horas, despues de el evento, no hubo palabra que existiera en el nuevo aire que daba la ausencia de tal buen hombre; y como no, la madre seguía derramando lágrima por lágrima, hasta que se habló.

-Mamá..Ya paso..

En segundos reacciono la mujer, contestando:

-¡No, no paso! ¡Nos moriremos del hambre!-Contestó histérica la madre.-

-P-Pero.. si no hacemos nada con la tristeza será peor, ¿Podrías ir a trabajar no?

Ya se había cansado bastante rápido la madre, para tomar la palabra y gritarle a su hija.

-¡Y DEJAR QUE UNA NIÑA ESTUPIDA COMO TU SE QUEDE AQUI?! ¡ME TIENES CANSADA!

-¡Mamáá!- Se enfadó valientemente la niña-

-¡Paso todo el día haciendo deberes, esclavizandome en la escuela donde nunca nos dan ni pan para comer, y tu me gritas?!
¡Debo ser yo la que se cansa día por día! ¡SOLO LLORAS Y HACES UNA MALDITA SOPA QUE NO ME ALIMENTA EN LO ABSOLUTO!

La madre, sin pensarlo, la largo hacia fuera de su casa, donde nevaba fuertemente. Y, quedándose en el jardín cuidado con cercas, tirtiritiaba la pequeña, diciendole a la madre para abrir la puerta.

-¡Mami por favor! ¡Lo siento, lo siento!

Nadie habló por su interior,durmiendo toda la fría noche fuera de su casa,despertando, nuevamente en un hospital..