XLIV

2 0 0
                                    

La belleza es difícil

y la mía la obtuve de los dioses.

Mi cuello blanco y la dulzura

la llevo en los labios.

Apetecida por los hombres

nunca descuidé el andar.

Mis pasos no son firmes

mis pies se enredan

frente al la mirada de mis pretendientes.

No soy casta como los Dióscuros ni hermosa

como Afrodita

pero me ama lo bello.

Historia de la infidelidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora