only then. taekook

only then.

Es acogedor la manera en que tus manos abrazan las mías, conectando miradas donde puedo ver un nido de estrellas brillando en tus ojos, donde tú sonríes cuando te digo cuánto te amo. Tú, en mí, vuelves la atmósfera tan cálida y, ahora sin temores, soy capaz de abrigar tus labios con los míos. No tenemos que hacerlo tan intenso, sólo con un toque mío sé que puedo demostrar mis sentimientos hacia ti.

Separas lentamente tu rostro del mío sin tomar tanta distancia, pero puedo alcanzar a ver esa sonrisa dibujada en tu rostro. Tan lindo. Puedo ver tu inocencia con sólo mirarte, porque desprendes pureza, eso haces notar. Y tengo miedo, porque, además de inocencia, también hay sensibilidad, y no estoy contigo por obligación a protegerte, sino porque quiero hacerlo, quiero tenerte bajo mis brazos y susurrarte que no hay nada que temer si conmigo estás.

Olvidamos por completo la película aún puesta en la televisión, así como también dejamos a un lado los restos de palomitas en un bote, sólo para poder tocar nuestros labios con un ritmo suave. Acaricio tu mejilla sin detener la danza de tus colorados belfos con los míos. Amo el sabor de tus besos, pero más amo ser correspondidos por éstos.

Con la ayuda de mis manos en tus caderas, te sientas en mis muslos para quedar frente a frente, creando una conexión con nuestras profundas miradas, puedo ver mi reflejo en el destello de tus ojos. Rodeas mi cuello con tus brazos para acercarte más a mí, juntas tu pecho con el mío y es donde me doy cuenta de que estamos abrazados. Se siente tan relajado el mantenerte en mis brazos, abrazándote con delicadeza como si se tratase de un muñeco de cristal.

-Taehyung -murmuras. Hago un sonido ahogado en mi garganta para que notes mi atención-, ¿qué soy para ti?

Escondo tu rostro entre mi hombro y cuello y comienzo a jugar con tu cabello ahora alborotado por mí.
¿Cómo puedo explicar lo que eres para mí con palabras? Pensándolo bien, es algo complicado de expresar.

-Un ángel -te digo-. Un lindo chico con rasgos angelicales en su rostro -siento tu respiración relajarse con mis caricias y sonrió para finalizar-. Mi chico.

El agarre de tus brazos en mi cuello se aferra más ahora, pero tu respiración ya no está tranquila, y la inquietud se extiende de manera incontrolable cuando siento mi cuerpo desnudo humedecerse, justo donde he dejado tu rostro esconderse.

Impaciente, alejo tu pecho del mío con cuidado para poderte mirar, pero sólo consigo destruirme por dentro cuando noto tu faz tan afligido. Intentas tranquilizarte, pero demasiadas cosas pasan por tu mente que sólo te provocan más ganas de soltar tu dolor mediante cristalinas lágrimas que huyen de tus ojos. De tu boca se escapa un suspiro, más bien como un jadeo del dolor.

Es así como no me gusta verte, me hace dudar de mí mismo en si estoy actuando correctamente contigo y me pregunto si soy lo mejor para ti. Aunque tu logras demostrarme que estoy equivocado y que estoy dando lo mejor de mí para ti.

-¿Cuándo podremos ser libres ante todos? -murmuraste cuando agachaste la mirada hacia tus manos que juegan con mi camisa tímidamente-. Estoy esperando el momento en que... en que podamos tomar nuestras manos sin miedo a lo que la gente nos dirá.

Cubres tu rostro con tus ligeras manos, porque te has quebrado en el fondo de tu alma. Y te ves tan blando, tan decaído ahí en mis piernas mientras dejas tu espalda encorvada. Pongo mis manos detrás de ti para recostarte sutilmente en la cama con blancas sábanas. Me coloco a un lado de ti para permitirte reposar tu cabeza en mi pecho a la vez que mi brazo contrario rodea tu torso, pero mis manos terminan, nuevamente, en tu cabello color chocolate.

Puedo sentir su inseguridad, lo que me causa temor de nuestro futuro. Porque por supuesto que ambos tenemos inseguridades, perjudicando nuestra relación, aumentando nuestro terror. Pero una gran parte de mi me indica que no tengo porqué temer, al contrario, debo mostrarme fuerte para ti.

-Si tu y yo nos amamos, ¿a quién le importa lo que los demás piensen? Entre más juntos estemos, más nos enamoramos -beso tu frente haciendo presión con mis labios, algo tenso por tu emoción tan opaco.

-Me enamoro día a día de ti entre más juntos estemos -sonrío ante tus palabras. Te vuelves valiente y tomas mis manos para entrelazarlas, tus labios encuentran los míos en segundos.

Aún hay palabras que no logro decirte porque no encuentro el momendo adecuado para hacerlo. Pero quisiera comentarte que, en caso de no ser lo suficiente para ti, cuando veas el momento o cuando te guste alguien más que no sea yo, sólo entonces podemos terminar. Sólo entonces podremos soltar nuestras manos, sólo entonces podremos dedicarnos nuestras palabras finales que acabarán internamente con nosotros.

Pero mientras no llegue ese momento, aprovecharé cada segundo contigo, cada minuto, cada día, cada oportunidad de poder sentirte y que tú me sientas a mí.

Sólo entonces podemos terminar.