-A muchos les gusta sentir el deseo carnal de los besos, pero yo no sé porque.
Yo que de labios vírgenes soy (o por lo menos vírgenes de amor) encuentro que el besar sin besas es más placentero. Sentir la respiración del otro en tu cuello... sentir su lejana cercanía. Es como sentir sin probar.
Belén se encontraba sobre mis piernas,con nuestros labios rozándose con dulzura, su aliento estaba entrecortado, pero el mio ni caso hacía a sus encantos.
Sufría con sus suspiros, pues, sabía que ella era solo una tapadera. No podía evitar sentirme mal sabiendo que la trataba tal juguete.
La aparté de mi, no era tarde para remediar mi error, tome mis cosas y me apresuré en salir de la fiesta para encontrarlo cambiandome, besando a otro.
No pude evitar sentirme mal, pero cuando me observo apartó al chico, como su me dijiera a gritos que me perdonaba y me daba una segunda oportunidad.
Fuimos a una habitación, donde lo empujé a la cama para no besarlo.
Nuestras miradas se desviaban al más mínimo encuentro pero cuando decidí acercarme a sus labios, el no me apartó, solo me llamó con el acelerado sonido de sus latidos.
"No te besaré, solo quiero respirar la fragancia de tu cuello" es lo que le quería decirle con la mirada, pero como si me entendiera, se acerco para besarme el.
Allí entendí que lo que amo de un beso no es el silencio, lo que amo de un beso es cuando me los das tú.
