Narra Eva:
Eran las 11, cogí el móvil de la mesilla y lo desbloquee, tenía cientos de mensajes: De grupos, de Nerea y de más gente, pero el único mensaje que de verdad me alegró fue el de Pedro.
Exactamente ponía:
Buenos días bonita
Esas únicas palabras fueron las que me hicieron saltar en la cama, de verdad, estaba enamorada, nunca lo había estado, ni si quiera con Álvaro.
Empezó el instituro y Pedro siempre venía a buscarme a clase para darme un abrazo e irse, me sentía tan bien.
Pero después de unas semanas, ya no hablábamos casi nada, es más ya ni venía a mí clase ni me saludaba si no que, iba a la clase de al lado a por la cerda de María.
¿Qué por qué cerda? Siempre oba marcando culo, siempre que me gustaba un chico iba detrás de él.
Ella lo sabía sabía que Pedro me encantaba más tonteaba con él.
Juro que cuando los ví abrazados se partió algo de mí en mil pedazos haciendo que bajara las escaleras a todo correr, llorando.
Me fui a refugiar en mis amigas en el pabellón, todas me preguntaron y se lo conté todo.
Poco después apareció él me miró y se rió, ¿¡Que mierda le hacía gracia sobre el hecho de que estaba llorando!? No le gusto, ni si quiera me quiere.
No lo aguantaba más salí corriendo de la pista y fui hacia la puerta del baño de chicas pero algo me agarró de la mano y... grité del dolor que sentía dentro, sí, era él, Pedro me había seguido
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Perdóname
Подростковая литератураEva, de 14 años tenía una pareja con la cual pasó los mejores 2 años de su vida, hasta que llegó Pedro, él la liaría y la enamoraría hacíendole de sus días los mejores y los peores.