30 Aves

CAPITULO I : HABLA EL PRIMERO

           Él respiró, y por un momento pensó en mentir, la historia sobre unos padres pobres y con una pequeña porción de tierra que les daría comida cada año si sabían administrar en tiempos de paz, pero la guerra había empezado entre dos facciones ,se habían visto hambrientos y más pobres, sin pensarlo demasiado por su falta de educación y por su primer instinto de necesidad habían vendido su único hijo a una caravana de esclavos, por dos monedas de oro, pequeña fortuna por un Omega y un pago que mitigaría su hambre y frío por una temporada

            Aquella historia no era inventa, pensó, podría decirla, darla a conocer a alguien más, pero miro los ojos del anciano, claros y transparentes, como las de su padre no por el color o la forma sino por la expresión y sensación que transmitían, se prometió no mentir , por lo menos por ese día; les debía esta verdad y se debía este recuerdo .

             ¿Cómo empezar una historia con un recuerdo que uno no desea ?; porque además de implicar un sufrimiento que aun ahora parte de su alma no sanaba, también implicaba recuerdos que podrían servir como cataplasma a su dolor, el recuerdo de una familia , de un techo cálido y de un paisaje grabada en su memoria como una pintura , aunque el cielo era el mismo en todos lados, la forma de salir del sol en aquel lugar era diferente, el horizonte bordeado por montañas verdes en verano y blancas en invierno.

dijo

            -Quiero decir que... contar esto en como abrir una herida, pero creo que es más como sacar algo de entre mi piel y músculos que jamás saque, como cuando dicen , que no retires la punta de una flecha para evitar una hemorragias más severa y la inevitable muerte, creo que si lo hubiese contado hace diez años habría muerto de pena, pero ahora creo que solo dolerá mucho -

            El anciano, un Alfa, asintió – Por favor proceda con su historia, deseo más que nada escucharla-

           -Lo contare; tal vez sea inevitable haberme parcializado en algunas situaciones, no podre ser imparcial en todo, pero siempre traté de serlo. Soy demasiado emocional y...- paró de hablar; cuando estaba nervioso siempre trataba de huir, ahora lo hacía alargando innecesariamente una conversación que era inevitable

             Lentamente soltó el aire , cerró los ojos .

             Mis padres eran Alfas, no diré sus nombre porque tenemos una creencia respecto a eso: en el momento que alguien muere regresa al universo, decir su nombre en voz alta para que el viento los llame los devolvería para atormentarme; es algo dramático pero también debe saber que no lo digo porque recordarlos es doloroso-supongo que a eso se refieren con atormentar- ; pero le diré sus significados: el de mi madre significaba Pequeña ave azul y el de mi padre Luna del Tiempo.

             Era el segundo de tres hermanas, la mayor una belleza, ágil, grácil y muy fuerte ,lo natural en un Alfa; la tercera era aun pequeña para saber si seria hermosa pero era bastante traviesa y escurridiza, las nodrizas la amaban pues aunque causándoles muchos problemas la pequeña tenía un encanto natural, ella era una beta y la menor aún era un bebé que según la partera sería un Alfa.

              Mi familia era algo importante en la frontera noroeste del imperio, la descendencia de mi padre era de antiguos guerreros y competentes jefes que habían ganado sobre todo respeto al ayudar a los anteriores Rey de reyes a conquistar pueblos y expandir territorio siendo así que el anterior Rey de Reyes Nicanor VI le había dado un lugar donde gobernar, era un territorio estratégico para defender las fronteras que se verían amenazadas en el futuro ante las crecientes naciones.

               Según logro entender, la descendencia de mi madre era aún más impresionante, en algún punto se volvió extraordinaria al poseer sangre real en cierto sentido, mi tátara abuelo fue una especie de consorte del rey, no es desconocido para nadie ahora que los Reyes poseen un harem de todos los sexos conocidos, él fue uno, pero de poco poder político en ese entonces, no piense que él fue un esclavo vendido al rey para su disfrute, él fue un príncipe cuando la mayoría de pueblos eran nómadas, fue, digamos un arreglo político, a cambio del apoyo del pueblo nómada que el Rey de reyes necesitaba debía casarse con él, y no fue el primero ni el ultimo matrimonio de aquella naturaleza.

                 La línea de mi madre nunca llegaría a la línea sucesoria, los que llegaban a ello eran los primogénitos de la Madre Reina; la Madre Reina era una Omega, beta o Alfa de la estirpe más divina que cualquier sangre podría poseer, se decía que descendían de dioses, por lo que solo existían tres familias que poseían sangre divina.

                 Ahora toda esa estirpe divina, mítica y esa fantasía murió, la última de sangre divina era una Omega, la vi hace años en tal estado que desee verla muerta y creo yo, que ella también deseo estarlo, mi compasión era su muerte rápida, porque agonizaba de tal forma que era una tortura.

                  Simurg vio sus manos temblorosas, -¿por dónde empezar?- pregunto a nadie en particular no al hombre sentado enfrente suyo no al cielo ni a la tierra, tenía que empezar esa historia por algún punto -¿En el momento del ataque, cuando fui vendido , comprado o arruinado de tal forma que no solo hirieron mi cuerpo?-

                  -Empiece por su momento de paz- el anciano se recostó en la silla –Empiece por esa paz que recuerda antes del gran desastre, es allí donde usted debe hacerlo-

                  Simurg sonrió, porque SÍ, lo recordaba tan bien que podía sentir el aroma, la brisa y la calidez, los colores y la sensación de que aquello seria infinito y eterno:

                                                                 -Nosotros estábamos...- 

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      Hola;  habrá, Alfas debiles, tontos y estúpidos, Betas sofisticados, ágiles y extraordinarios ; Omegas, creativos, fuertes y poderosos, Deltas...bueno, son como un mito. y si no les convence; les daré una galletita , leche y una palmadita ; gracias por leer.