Prólogo.

266 29 7
                                    

     Zayn's POV.

     Mordí la parte superior del lápiz, un acto de nerviosismo. Hoy era el penúltimo día de clase y,  aunque no hacíamos mucho caso, nuestro profesor seguía dando la paliza. 

     La mayoría de alumnos allí presentes estaban en otro mundo, ignorando completamente lo que decía el adulto.

      -Eh, Zayn- noté la mano de Liam sobre mi brazo, intentando captar mi atención-. El Sr. Brown acaba de decir el horario de mañana. Va a haber una hora menos de clase por ser el último día, ¿vendrás conmigo a dar una vuelta? Pensé que podríamos almorzar en el restaurante ese que a ti tanto te  gusta- me miró esbozando una sonrisa.

      A veces me dolía mucho el hecho de estar engañándole. Llevábamos saliendo tres años, pero yo ya no sentía nada. Lo peor de todo esto era que sí sentía algo por otra persona: mi mejor amigo. Nadie lo sabía, excepto Louis, un compañero de clase. Siempre me sentía mal por hacerle eso a Liam, porque al fin y al cabo, aunque ya no sintiera amor por él, una relación de tres años, sus recuerdos y sus momentos, no se borraban de un plumazo.

      Louis siempre me repetía que debía ser valiente: decirle la verdad a Liam y confesarle mi amor a Niall. Pero no creo que las cosas fueran tan fáciles, sólo lograría hacerle daño a Liam y perder la amistad del rubio, ya que a él no le gustaban los chicos, o eso tenía yo entendido.

      -Zayn, Zayn, despierta- dijo mi compañero, sacándome de mis ensoñaciones.

      -Ah, sí. Lo siento, claro, cómo quieras- mis últimas palabras se mezclaron con el sonido de la sirena, que indicaba el final de la jornada. 

      Salimos del centro, dirigiéndonos a los aparcamientos. Liam se subió en el asiento del piloto, mientras yo tomaba lugar a su lado. Encendí un cigarro mientras él ponía el motor en marcha, y vi como antes de partir me miraba con mala cara.

       -Zaynie, sabes que no me gusta que fumes- me reprochó.

     -Dios mío, Liam, tengo diecisiete años. Esto no me va a matar. Deja de comportarte como si fueras mi padre- dije, tal vez en un tono más brusco de lo que pretendía, lo que hizo que el chico agachara la cabeza-. Lo siento- me disculpé.

       -No, no pasa nada, siento... siento ser tan sobreprotector.

      De verdad lo sentía. Mi comportamiento últimamente no ha sido el mejor con él, y él tampoco tenía la culpa de mis líos.

       Minutos más tarde, llegamos a la casa de Harry, donde nos esperaba junto a Niall y Louis.

      -Les he convocado aquí para hablar de nuestro increíble viaje veraniego a la playa- dijo Louis, caminando por el salón y abriendo los brazos, como si de un espectáculo se tratara, mientras Harry se llevaba las manos a la cabeza.

    -Hola a ti también, Louis- dije, observando como el chico, indignado, se sentaba junto a su novio, Harry. Llevaban saliendo poco tiempo, pero Louis estaba perdido por el niño, que sólo tenía dieciséis años. Era su niño.

     Recorrí la sala con la mirada y vi a una persona que me era ajena: una chica. Llevaba el pelo largo, bastante largo, y de color rojo intenso. Tenía unos labios grandes, probablemente fruto de cirugía, y los ojos azul claro. Vestía un top que dejaba ver su cuerpo, ya que prácticamente sólo cubría sus pechos y no completamente. Sus shorts también enseñaban mucho, y sus tacones altos le hacían parecer mayor. No soy de esas personas que juzgan un libro por su portada, pero esta chica parecía una prostituta.

      Al ver que le miraba, se presentó.

   -Hola, soy Kelly, la novia de Niall- sentí que mis pulsaciones bajaban al oír estas palabras. ¿Niall... con novia? Sabía que pasaría, pero no tan pronto.

      -Kelly nos va a acompañar en el viaje, Zayn- dijo Louis, mirándome. 

      Oh, Dios. Esto no podía estar pasando. No pensaba que encontraría novia tan rápido y mucho menos que la llevaría de viaje con nosotros.

     -Bueno, Zaynie, yo me tengo que ir- dijo Liam, dejando un beso sobre mis labios. Odiaba que estos gestos me dejaran frío. 

   -Nosotros... nosotros también nos vamos- dijo Niall, levantándose y dejando la sala, acompañado por su novia. No parecían una pareja; no se cogían de las manos, no se rozaban.

        Iba a ser un verano difícil.

The beats of our hearts - Ziall HorlikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora