Carta 21. Bar.

91 2 0
                                    

16/04/17, 11:14 pm.


Querido mar:

Llevo dos horas llorando sin poder detenerme.

...


De pronto decidí llamarte para contarte lo mal que me siento. Mis amigas están cansadas de escuchar tu nombre, no tengo nadie más con quién desahogarme. Sólo te tengo a ti.

Iba a salir con un chico para despejar mi mente, quería darme cuenta de que hay más personas que conocer; o al menos eso dicen todos.

Llevaba rato esperando y lo llamé, dijo que iba retrasado, que pronto llegaría. Lo esperé.

Dos horas, cuarenta y tantos minutos pasaron...

Sólo pensé en ti, que tú jamás me habrías hecho esperar.
Cerré mis ojos empañados una y otra vez implorándole al cielo encontrarte frente a mí.

No llegaste. Él tampoco.


...

Uno, dos, tres: Contestaste.

Música fuerte de fondo, risas gente borracha gritando. Genial.
No te oía con claridad, pero te necesitaba, sino podía volverme loca.

Decidiste que no deseabas salir de aquél lugar para escucharme llorar. Sí salias tenías que pagar tu boleto de nuevo para volver a entrar.

Luego de negarte a escucharme colgué, y le pedí a Dios <<que seguro sí existe me estaba viendo en una de las más deplorables situaciones>>  que terminara de una puta vez con lo que empezó: matarme, está vez en verdad.

Todo me duele, este dolor ya es físico. Horrible.

¿Recuerdas la pregunta de la carta anterior?


> > ¿Dónde estás? < <

Yo lo respondo: en un bar con tus amigos.

¡Salud por mi corazón hecho trizas!

M.

Mar míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora