Prólogo.

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Otro día más en la universidad, otro día más que quiero morir, otro día más en qué me encuentro con éstos seres anormales que solo se han interesado de sus apariencias físicas, en vez interesarse por lo que harán cuando se mueran.

La verdad me interesaba poco lo que pasara con éstas personas, nunca fui amiga de ninguno, más bien, nunca he tenido amigos, solo para aclarar, voy a la universidad a lo que tengo que ir, a pesar de que mis padres están en un buena posición social nunca me interesó integrarme en su mundo, siempre he sido cerrada en mis propias complicaciones y mis propias inseguridades y así es mucho mejor. Me la llevo mucho mejor en mi mundo encerrada, con mis canciones depresivas, mis libros de romance, y mis historietas de comics.

Por otro lado, no he demostrado interés por otra cosa, mis padres me han casi que obligado a estudiar leyes, lo cual para mi es un total tormento, digamos que la carrera no se me hace díficil, pero no me gusta, no me veo en cinco años trabajando en su buffette de abogados, cuando me gradué de la preparatoria ellos jamás se preocuparon por lo que yo quería estudiar, simplemente me inscribieron en la universidad más prestigiosa de londres y aquí estoy, estudiando todo lo que no tenga que ver con el arte. Me encanta el arte, amo el arte, siento una maravillosa fascinación por los cuadros que están en mi casa desde que tengo uso de razón y cuando estaba pequeña siempre me encerraba en mi cuarto a dibujar escondida de mi padre ya que nunca le gustó que hiciera algo parecido.

Les explico, mi madre es una mujer elegante, con aires de superioridad, preocuándose siempre por el que dirán, esposa de un abogado multimillonario dueño del mejor buffette de abogados en Londres, cuidando siempre las apariencias y a pesar de que mi adorado padre siempre le ha sido infiel, ella llora todas las noches en la sala, más no es capaz de dejar ir a ese mal hombre que solamente nos ha dado mala vida desde que tengo uso de razón.

Mi hermano, tengo un hermano mayor, a diferencia de mí, él si tuvo la valentía para irse de casa y comenzar su vida como el siempre deseó, mi hermano se casó y tuvo dos hijos con la mujer que mi madre desaprovó como su novia, nunca dejó que gobernara su vida y se valió por él mismo, tuvo esa valentía que creo, yo nunca la tuve.

Mi padre, mi querido y adorado padre, puede notarse el sarcasmo aquí, es el hombre controlador de la familia, un hombre frío pero a la vez culto que busca según él, el bienestar para todos nosotros.

Por último estoy yo, la oveja negra de la familia, nunca me sentí llamada a ser parte de ellos, fui siempre totalmente diferente, mi madre desde antes de traerme al mundo ya había elegido un marido para mí, había elegido donde sería la recepción de mi boda sin siquiera preguntarme lo que quería para mí. A mis 17 años de edad, ya tenía un prometido, un chico totalmente desconcertado al igual que yo, pero que todos éstos años, desde mis 15 años hemos tenido que ocultar la verdad acerca de nuestras vidas y creo que es lo único a lo que me siento atraída con Clay. Ambos compartíamos el mismo secreto, el cual hemos estado ocultando desde hace años.

-¿Estás bien? -Clay se sentó a mi lado y me miró con sus ojos marrones. Mi corazón estaba precionado debido a tantos sentimientos encontrados.

-Yo no puedo ser tu novia -una lágrima se desprendió de mis mejillas y fue arrebatada de inmediato.

-Creo que nos sucede lo mismo a ambos... -miré a Clay quien tenía su mirada perdida en el piso-, soy homosexual, Emmie, me gustan los chicos.

Mis ojos se abrieron con mucha sorpresa tras escuchar la declaración de Clay, lo cual me dejó en el momento impactada, no tenía la menor idea de qué Clay tenga que cargar con aquello, un hijo de un socio de mi padre, no me lo esperaba. Creo que no todo era tan perfecto como yo pensaba. 

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⏰ Last updated: May 15, 2018 ⏰

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El misterio de la luna.Where stories live. Discover now