Mis hijos cada vez crecen más, necesitan más atenciones, el bebé utiliza muchos pañales, las leches de fórmula.
Aron, mi hijo mayor, ya va al colegio y no tengo el dinero para comprar su lista de útiles. Su humlr cambia constantemente, no sé como educarlo correctamente, he sido fuerte y le he puesto castigos severos, pero sie to que gracias a eso lo pierdo cada día más. Mi hijo primogénito me odia.
Mi pequeña Lucy necesita más ropa, zapatos para la escuela. Pero a pesar de todo ella es un faro de luz, con su dulzura y vivacidad alegra mis días. No puedo esperar a llegar en la noche a casa y cargarla en mis hombros mientras sirvo la cena para mis hijos. Ella y sus hermanos son lo mejor que he podido hacer.
Como te extraño amor.