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Jimin esperaba con ansias el sábado y al fin llegó, parecía que Dios escuchó sus pensamientos y por fin le dio la oportunidad de estar con la chica linda que veía cada mañana. Desde el día que acordaron la salida, se dispuso a organizar el horario, de cada actividad que haría y como lo haría, pues quería asegurarse de que todo saliera perfecto.

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* 11:00 a.m. — Despertarse.
* 11:05 a.m. — Desayunar.
* 11:15 a.m. — Ducharse.
* 11:25 a.m. — Cambiarse y peinarse.
* 11:40 a.m. — Llamar a SeulGi.
* 11:50 a.m. — Dejar pasar el tiempo.
* 12:00 p.m. — Salir a encontrarse con SeulGi

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Su punto de encuentro sería la florería, así que al dar las doce en punto salió hacia allá. Después de un rato de camino llegó al lugar y vio a SeulGi afuera, a lo que Jimin corrió hacia ella.

-Hola- dijo ella al verlo y se acercó a darle un abrazo, lo que sonrojó a Jimin.

-Hola- sonrío con nerviosismo -¿Tienes mucho esperándome?-

-No, tranquilo, acabo de llegar hace dos minutos- le devolvió la sonrisa.

-Bien, ¿Nos vamos?-

-Claro, pero ¿A dónde iremos?-

-Oh si, vamos... A una feria-

-¿Enserio? Me encantan las ferias- SeulGi dio unos saltitos.

-Pues vamos en camino-

Tomaron un taxi para llegar pues no quedaba muy lejos.

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-Aquí estamos- ambos bajaron del taxi.

Se acercaron rápido a la taquilla y Jimin pago ambos boletos mientras SeulGi se mostraba ansiosa por entrar.

-¿A donde quieres ir primero?- preguntó él.

-No lo sé todo es tan genial- Miraba a su alrededor -¡Oh mira, necesito ese peluche!- Jimin sintió como tomó su mano con fuerza y lo jaló hacia un lugar en donde podías ganar un peluche depende de la cantidad de globos que hagas explotar.

-¿Quieres que lo gane para ti?-

-¡Si!- SeulGi se encontraba muy sonriente admirando el peluche de unos sesenta centímetros de alto.

Jimin pagó al encargado del juego lo suficiente para tres oportunidades, pues para ganarlo debía darle a cinco globos

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Jimin pagó al encargado del juego lo suficiente para tres oportunidades, pues para ganarlo debía darle a cinco globos. Al primer intento solo le dio a tres, al segundo intento cuatro, pero cuando SeulGi ya había perdido esperanza para el tercer intento, Jimin logró darle a los cinco globos, así obteniendo el peluche.

-Gracias- ella lo tomó entre brazos.

-¿Te gustaría subir a una atracción?-

SeulGi al voltear lo primero que vió fue la rueda de la fortuna, tomó la mano de Jimin pero esta vez más tranquilamente para guiarlo hasta allá, entre la demás gente. Por suerte la fila no era larga. Jimin sonrió pues notó que SeulGi aún no soltaba su mano.

Llegó su turno de subir, a lo que rápidamente entraron. Al ser los últimos de la fila, apenas cerraron la puerta de cristal, la rueda comenzó a dar su primera vuelta.

-Que linda se ve la ciudad- dijo ella mirando por la ventana cuando ya estaban en el punto más alto.

-Debemos tomar una foto- Jimin sacó su celular del bolsillo.

SeulGi se sentó cerca haciendo una pose linda para la cámara, el la tomó rápidamente y se la mostró sonriente. Mientras SeulGi miraba la foto, el la observaba atentamente, apreciando sus facciones, hasta llegar a sus labios. Tomó el celular de sus manos para tomarla del mentón y robarle un pequeño beso. El pensó que se molestaría, sin embargo no dijo nada, ambos estaban sonrojados. SeulGi volvió su vista hacia él e imitó la acción de Jimin, pero esta vez el beso fue duradero.

-Hhm, lo siento- Jimin rascó su nuca nervioso.

-N-No te disculpes, un momento así debía pasar-

El la miró con miró con confusión.

-E-estoy diciendo que... el beso me agradó-

-¡¿Enserio?!-

-¿Por que te sorprende tanto?-

-Aún no sé cómo decírtelo-

-Solo habla- dijo SeulGi y se cambio al asiento frente a él.

-M-Me gustas- instantáneamente se cubrió el rostro con ambas manos -La razón de mis visitas a la florería es esa-

SeulGi soltó una risita que Jimin logró escuchar.

-¿De que te ríes?- se quejó en un tono gracioso aún con el rostro cubierto -se que soy muy tonto-

-Para mí eres perfecto- tomó sus muñecas y apartó sus manos.

Notaron que la rueda iba de reversa, lo que significaba que ya estaban a punto de bajar.

-Debí conocerte antes, soy muy cobarde-

-No lo eres, ya me estás conociendo justo ahora-

-Aún así, se que no volverás a hablar después de esto conmigo-

-Claro que lo haré, ¿ese beso no significó nada?-

Jimin se enderezó en el asiento al escucharla y le dió un fuerte abrazo. Se dieron cuenta de que ya estaban abajo y se separaron para salir.

-Espera- SeulGi lo detuvo.

Se puso en puntas sobre los pies para poder alcanzar sus labios y volver a besarlo.

-¿Ahora a qué quieres subir?- preguntó Jimin sonrojado y sonriente viéndola a los ojos.

-Al carrusel- entrelazaron sus manos y caminaron hacia este.
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La chica de las flores [Seulmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora