Oigo el teléfono, es Cloe. Espero que me de buenas noticias, aunque me conformo con que no se haya arrepentido.
-hola Vanesa, ¿Cómo estás? ¿a que número mando el fax?
-estoy bien, un poco nerviosa, pero bien. El número te lo he enviado por WhatsApp. Gracias Cloe, espero que lo entiendas.
En la recepción he preguntado si me podrían avisar cuando recibieran el fax que estoy esperando con urgencia. No me han puesto ningún inconveniente. Ahora puedo relajarme un poco y pensar en el siguiente paso.
El sonido del móvil me saca de mis pensamientos, no es el número de Cloe, tampoco el de alguien conocido. Descuelgo y espero en silencio. Una carcajada al otro lado paraliza mi cuerpo, ¿Quién es? ¿Por qué se ríe? ¿es él?
- ¿Quién es? -pregunto con voz temblorosa.
-sabes perfectamente quien soy ¿creías que me ibas a joder? Te encontrare y te matare, como lo hice con esa estúpida policía. ¿creíais que me engañabais? Jaja, ¡necias!
-caerás cabrón, e iras a la cárcel. Pasaras muchos años encerrado y cuando salgas serás un asqueroso viejo.
-tú, me vas a encerrar, jaja. ¿sabes donde estoy? Tic, tac, ¿Dónde esta tu hijo? Tic, tac, ¿lo encontraras a tiempo?
- ¡deja en paz a mi hijo! o...
- ¿o qué? ¿Qué hará? Señora Pastor- me irrita su tono de voz, se burla de mi - debería asumir que su hijo murió, psicológicamente es usted una mujer inestable, peligrosa.
Voy a darle donde más duele, quiero escuchar su reacción - ¿y las pruebas que tengo también mienten? – oigo su respiración, es acelerada, no contesta, parece buscar algo en su mente que pueda asustarme. Su silencio al principio me llena de satisfacción, pero lleva callado demasiado tiempo. En ese momento llaman a la puerta, mi corazón se acelera, tengo miedo ¿será él? Cuelgo el teléfono, doy por terminada la conversación.
- ¿Quién es? – pregunto desconfiada. Me pego a la puerta y escucho con atención.
-Señora Pastor, me envían de recepción, ha llegado el fax que estaba esperando. Dijo que era urgente.
Abro la puerta despacio, un chico de unos veinte años, con la cara invadida por el acné, sonríe mientras deja ver los folios que lleva en la mano.
Cojo mi bolso y busco la cartera. Saco unas monedas y se las doy como propina. Él me da los documentos y se marcha.
Reviso una y otra vez el currículo, tengo que estudiarlo, no puede haber errores, tampoco dudas.
Llevo una hora ensimismada entre los papeles y mi estomago empieza a quejarse. Miro el reloj, son las doce, necesito comer algo. Bajo al restaurante del hotel, es un bufete libre. Dos platos hasta arriba ¡mi segunda pasión! Hay una farmacia dentro del hotel, compro unas gafas para vista cansada y unas lentillas de color castaño. Con el estómago lleno y el disfraz que he preparado, me dirijo a la casa de la pareja. Respiro hondo varias veces, la llamada que he recibido me tiene alterada. Espero que no aparezca antes que yo.
Llamo una sola vez, la persona que abre la puerta es el señor de la casa. Me hace pasar a la sala y esperar unos minutos. Pasan cinco minutos cuando llegan los dos con el pequeño Peter y nos presentamos formalmente.
-mi nombre es Andrew Brown y Dana es mi esposa, los dos trabajamos mucho y necesitamos a alguien que cuide a nuestro pequeño.
-me llamo Cloe Costa – me presento dando la mano a uno y a otro. Estoy un poco nerviosa, el corazón se me va a salir del pecho.
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Mamá
Mystery / ThrillerLlevamos tres años saliendo y creo que esta noche será especial. ¡ Estoy como loca! ¿Qué harías tú, por lo que más quieres?