única parte.

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Las bocinas sonaban fuertemente en aquel salón, la música que emitían era variada, en esos momentos reproducían una pieza de música clásica, querían entrar en el ambiente de fiesta elegante en pleno siglo XXI. De hecho, el salón que se había rentado para ese evento era una especie de castillo. Los invitados estaban vestidos de acuerdo con la temática. Vestidos largos y trajes de gala eran los que predominaban dicho lugar.

—¿Deberíamos de buscarle "prometida" a alguien? —preguntó una chica con pelo rojizo a su amigo quien sólo río y negó— ¿Qué? ¡Así sería más realista!

—Bueno, bueno, hazlo si quieres Manovan —respondió el pelinegro mientras cruzaba sus brazos negando.

—Te comprometeré a ti entonces —dijo la chica entre risas con una expresión divertida.

—Lisa ¿recuerdas quién es el único de toda esta fiesta que no nació con el hilo rojo atado?

—Oh, vamos Ggukie, ambos sabemos que sí tienes hilo rojo del destino, sólo no lo has encontrado —dijo la chica mientras veía a su amigo—, sé que la última vez que intentaste...bueno, que intentaste mantener una relación falló, pero no tiene que ser así la próxima vez.

—No será así porque no habrá segunda vez —respondió el chico mientras tomaba su vaso de nuevo para beber un poco—, y estoy bien solo Lisa, no tienes por qué preocuparte por mi —sonrió el azabache.

—Ambos sabemos que eso no es cierto, idiota.

—Yah ¿así tratas a tu mejor amigo de la infancia?

—Y eso que te estoy tratando bien eh —bromeó la chica. Ambos rieron un poco en ese momento—, bueno, tu mejor amiga de la infancia se irá a ver qué puede pescar —dijo la pelirroja guiñando un ojo.

—Sí, sí anda corre.

El chico suspiró riendo un poco y observó a su amiga. «¿Cómo puede estar tan tranquila después de terminar con alguien?» se preguntó el chico mientras contemplaba las sonrisas de la contraria. Jeongguk no tenía una buena experiencia con el amor, de hecho, él podría decir que el amor jamás había llegado a su vida. Había tenido parejas, sí, había amado con todo su ser, claro que sí; pero nadie jamás había correspondido a sus sentimientos de manera tan fuerte como él, de eso estaba seguro.

—Hola Gguk.

Aquella voz hizo que el pelinegro se tensara. Cuando volteó trató de sonreír de la manera más natural que existía (casi no consiguiéndolo).

—Hola YoonGi hyung.

—Bueno, apenas terminamos y ya empiezas con los honoríficos de nuevo mocoso —dijo el de piel nívea riendo un poco— ¿cómo has estado?

—Oh, perfectamente bien ¿y tú?

—Igual, muy bonita fiesta, por cierto —sonrió el más bajo mientras veía a Jeongguk.

—Gracias, aunque todo fue idea de Lisa, ya sabes, ella ama todo eso de los bailes de disfraces de gala.

—Sí, lo imagino —comentó entre risas YoonGi—, muy bonita máscara.

—Gracias.

El ambiente era incómodo, por lo menos para Jeongguk quien no sabía qué mas decir. Obviamente no le diría a aquel chico que lo extrañaba, su orgullo se lo impedía, sin embargo, su corazón le gritaba que le pidiera que regresaran, que aún lo amaba locamente.

—¡Ggukie, ven!

—Ya vengo —se excusó el azabache rápidamente, había esperado que Lisa lo salvara de aquella situación «Salvado por la campana.» pensó mientras caminaba soltando un suspiro.

One and Only ✿ JungHopeWhere stories live. Discover now