Veo como cae al suelo, haciendo que manche mi ropa con su sangre
-agh, ¿Por qué siempre mueren tan rápido?- me levanto y tomo la cubeta, con cuchillo en mano me dirijo a la cajuela del auto y dejo el cuchillo ahí, tomo un frasco y lo abro vertiendo la sangre dentro de este, lo cierro y lo dejo dentro del auto, cierro la cajuela y me dirijo a la chica, le miro un momento tratando de decidirme entre dejarla donde está o tirarla en el lago pero eso requerirá mucho esfuerzo y ya obtuve lo que quería, me encogí de hombros y me volví al auto abriendo la puerta del piloto, entro y arranco.
Vuelvo a adentrarme en la carretera pero a unos metros está parado alguien, no se quien sea o que quiera pero tendrá que quitarse antes de que le atropelle porque no pienso moverme, una vez estando cerca de él mira fijamente hacia mi tratando de ver entre la luces del auto que le dan directo en los ojos, una vez divisa quien soy abre los ojos a tope y corre hacia mí por lo que me sorprende y por un intento de frenar giro el volante hacia mi derecha derrapando en la tierra frenando lo antes posible, una vez el auto se detiene maldigo en voz baja "pero que rayos le pasa?", bajo del auto y me dirijo furiosa hacia aquel sujeto, el también camina en mi dirección y me detengo a unos metros de él, al estirar mi mano frente a él lo levanto en el aire haciendo que se quede inmóvil, una vez estando a una altura correcta le lanzo con fuerza al suelo, este se queja del dolor en su espalda y se mantiene ahí tirado con su mano en la ella
-¿Quién rayos eres y porque te metes mi camino? Pude atropellarte y créeme que no me iba a bajar a asegurarme de que estuvieras vivo
-¿lo mismo hiciste con mi hermana?- me mira desde abajo con los ojos cristalinos y esa mirada de dolor que solo me hace querer matarle de una vez
-¿de qué hermana me hablas?
-¿tan rápido te olvidas de tus víctimas?
-¿de victima me hablas?
-de Tamara-le miro confusa- la chica a la que te llevaste del hospital
-ahh, ya recuerdo...espera, se suponía que ibas a estar inconsciente por 10 horas
-no eres la única que sabe sobre brujería- me quedo estática, entonces él se incorpora sentándose en el suelo y toma el collar que cuelga de su cuello, trae una piedra en el- mi hermana se burlaba de mi por creer en personas como tú, pero por la sangre en tu ropa y mano derecha puedo saber que ya no lo hará mas- hace una mueca tratando de poner una sonrisa en su rostro, pero solo salen lágrimas de sus ojos, estas brotan como si estuvieran peleando por huir
-mira, no estoy de humor para dar mis condolencias, así que yo me retiro- doy media vuelta pero el habla, captando mi atención tras esas palabras "quiero que me mates" suplicó- ¿perdón?
-como oíste- se levanta del suelo y yo doy un paso atrás, esto no es normal, la gente no llega y te pide que la mates así como así, ojala así fueran todos y no tendría que ir tras adolecentes con problemas mentales- no puedo seguir viviendo sabiendo que fue mi culpa que mi hermana tratara de suicidarse
-está bien- el chico se tomó por sorpresa mi respuesta, pero no le será tan fácil como piensa; me dirijo al auto y abro la cajuela tomando la cuerda, me dirijo a él y le tomo de la mano dirigiéndolo al árbol que está cerca de nosotros, lo pongo a espaldas de este y tomo sus manos de forma cruzada como si de una camisa de fuerza se tratara, ato la cuerda a ambas manos y hago un nudo detrás del árbol, ajusto bien haciendo que él pegue un quejido poco audible, me vuelvo hacia él y me mira a los ojos
-¿así es como le has matado?- pregunta aun con lágrimas saliendo de sus ojos que ahora se encuentran rojos
-no
-¿entonces, que piensas hacerme a mí?
-¿Dónde está tu celular?
- en mi bolsillo ¿porque?- me acerco a él y tomo su celular que se encontraba en el bolsillo delantero izquierdo, lo prendo y por suerte no tiene contraseña, busco entre la agenda una persona que crea es amigo suyo y le escribo un mensaje pidiendo que venga por él y éste contesta que está en camino así que me apresuro con lo que tenga que hacer antes de que él llegue – ¿Qué hiciste?
-un amigo tuyo está en camino, así que tranquilo, estas a salvo- le sonrió y dejo su celular donde mismo
-¿Qué? ¡Pero se suponía que ibas a matarme!
-no lo haré
-¿Por qué no? ¡Quiero que lo hagas!
- por eso mismo- sigue con la misma expresión de confusión así que me dispongo a explicarle- escucha, se te ve que vivir te será más doloroso que morir, así que, que mejor idea que dejarte con vida, aunque pensándolo bien...-me doy vuelta y me dirijo a la cajuela, tomo el frasco en el que se encontraba la sangre de aquella chica y vierto otras cosas que utilizaría después para hacer mi propósito, una vez revueltas me dirijo a el chico y con frasco en mano lo pongo frente a él- tienes que beberlo
-¿Por qué?- pregunta con algo de miedo en sus palabras, se le puede ver agitado por como sube y baja su pecho
-aquí se encuentra la sangre de tu querida hermana- abre grande sus ojos- y otras cosas que no querrás saber que son, créeme- acerco el frasco a su boca y con la otra mano aprieto sus cachetes haciendo que abra su boca, vierto la bebida en ella y el aprieta sus ojos con una expresión de asco en su rostro, una vez terminada le suelto y éste escupe, pero se ha tomado la mayoría, aun chorrea parte de ésta por su boca pasando por su garganta- esta bebida se suponía que iba ser para mí, pero como te hará más infeliz de lo que ya eres, prefiero dártelo, tómalo más como...un obsequio
-¿Qué clase de obsequio se supone que es beber la sangre de tu propia hermana?
-el obsequio de la vida eterna- abre los ojos aún más- vivirás el resto de los siguientes años como un infeliz, veras a las personas que amas morir uno por uno- me voy acercando de a poco hasta quedar cerca de y él aprieta la mandíbula- serás como un alma en pena, vagando por las calles sin más que ser un cadáver con vida, estarás muerto por dentro, puede que te encierren en un hospital psiquiátrico o te secuestren para hacer estudios ya que, bueno, vivirás mucho- me acerco más a él haciendo que nuestros labios casi se toquen y nuestra respiración se mezcle- mucho tiempo, ¡vamos! Mucha gente mataría por tener lo que te he dado, de hecho, yo maté mucha gente para poder tener lo que te he dado, así que disfrútalo- le tomo de la barbilla obligándolo a verme a los ojos- porque tendrás mucho tiempo para hacerlo- le suelto y sonrió, comienzo a reírme fuerte, se estremece al escucharme- además, tú tienes la culpa, tú mataste a tu hermana, si no le hubieras mandado al hospital no estaríamos en esta situación, así que piensa bien las cosas antes de hacerlas- le guiño un ojo y me vuelvo hacia mi auto, entro y arranco dirigiéndome de nuevo a la carretera, dejando atrás a aquel chico ahogándose en culpa y lágrimas saladas.