Prologo

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Nada... 

Nadie...

Por mas que busque no puedo encontrar rastros de vida. Estoy solo.

Autos y edificios abandonados, hay manchas de sangre por todos lados, como si fuera el escenario de una masacre solo que sin cuerpos.

El ambiente se siente extraño, como si esto fuera un sueño(pesadilla), ya veo, es otro sueño ¿ella estará aquí?

––¡¡Kyaaaaaaa!!––(grito)

Escucho el grito de una chica y no dudo en corre en su dirección.

Corre...     corre...      rápido...

––¡¡AYUDA!!––

Otro grito, se escucha mas fuerte, ya estoy cerca.

Veo un callejón y entro en el

––Ahí esta–– Digo, algo aliviado, pero este rápidamente se desvanece como una ilusión al ver lo que origino los gritos de la chica.

La chica tenía manchas de sangre en su ropa, pero algo me dice que no es suya. No esta sola, hay un hombre que la tiene acorralada acercándose lentamente a ella.

Cualquiera pensaría que se trata de un intento de violación, pero... el hombre claramente no es normal. Este tenía piel pálida, una gran herida en el cuello y su pierna izquierda se encontraba doblada una extraña dirección. Su apariencia me hace dudar que ese hombre sea humano, no, eso ni siquiera se puede considerar un ser vivo, es como los que aparecen en las películas y videojuegos, si, es un zombie. ES UN MALDITO ZOMBIE.

––Grrrraaa–– Una especie de gruñido salio del zombie, como si se preparara para atacar.

––¡A-Aléjate!––

Cuando el zombie empezó a acercarse  mas a la chica, ella en un intento fallido de alejarse de eso tropezó cayendo sentada sobre el sucio suelo.

En el momento en que el zombie se preparaba para abalanzarse sobre ella tome un tubo que estaba en el suelo, corrí a toda velocidad y lo golpee en la cabeza. Sin preocuparme por el crujido que escuche, decidí acercarme y revisar si ella estaba bien.

––¿Estas bien?–– Pregunte mostrando preocupación.

La chica no dijo nada, sin embargo, asintió con la cabeza.

––Te he salvado tantas veces y ni una sola ves me has dado las gracias–– Dije con una sonrisa algo burlona.

––Y-yo––

––¡¡Grrrraaaaa!!––

Parecía que la chica quería decir algo pero se vio interrumpida por un horrible rugido que me heló la piel.

––Rápido, tenemos que correr–– Dije tratando de parecer calmado.

Sin esperar una respuesta la tome de la mano y corrimos saliendo del callejón, por la derecha mas de 20 de esas cosas venían en nuestra dirección por una probada del filete de carne humana, no me detuve a esperar a que se sirvieran y seguí corriendo por el camino de la izquierda,  de los edificios mas zombies salían, todos con grandes heridas, piel pálida y ojos casi en blanco sin la mínima chispa de vida, babeando y gruñendo como bestias hambrientas, y nosotros eramos su presa, lo único bueno era que nosotros corríamos mas rápido, pero, eso no duraría mucho, pronto nos cansaremos y ellos nos devoraran.

La chica corría mas lento que yo y se cansaría mas rápido, si la soltase podría escapar, pero, a pesar de eso nunca la solté, me asegure de igualar su velocidad y cuando ella aflojaba el paso, volteaba a verla y le decía que todo estaría bien y que pronto escaparemos de ellos.

Si solo seguimos corriendo nunca escaparemos.

Teniendo eso en cuenta, entramos a un edificio, sin tiempo para cerrar la frágil puerta de cristal seguimos adelante, no parecía buena idea usar el ascensor así que usamos las escaleras, subimos tan rápido como nuestro fatigado cuerpo nos lo permitió, escalón por escalón, piso por piso hasta llegar a la azotea, inmediatamente cerré la puerta y la atranque con todo lo que pude.

Cuando di la vuelta note que la ciudad que una vez creía desolada ahora se encontraba en un gran caos.

Edificios en llamas, personas peleando entre si, otras huyendo de los zombies, gritos, disparos y explosiones por doquier.

Aviones volando y dejando caer enormes cajas metálicas por toda la ciudad.

De las cajas salían enormes bestias deformes, algunas con garras que podrían desgarrar te de un solo ataque otros con formas humanas pero con cuerpos robustos como gigantes.

En el cielo se oía un ruido ensordecedor el cual llamo mi atención, cuando voltee mi mirada al cielo pude ver un enorme objeto metálico que caía en mi dirección.

No pude hacer mas que una sonrisa forzada cuando note que el objeto que venia en mi dirección era un avión y seria inhumana mente posible esquivarlo.

Abracé a la chica, tratando de transmitir mi intensión de protegerla.

Entre todo el agonizante ruido el pequeño sonido de un cascabel se podía escuchar.

Bajé la mirada, en el suelo estaba un gato negro de ojos rojos.

––Miríada––(Gato)

El gato hablo.

Esas cosas derrumbaron la puerta y al mismo tiempo el avión impactó.

Y así................................................................................................................................................... Morí........

Miríada:  between deathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora