Eco

39 2 0
                                    

A la mañana siguiente Aline se despierta exaltada al darse cuenta de que se había quedado dormida sin percatarse, entonces en ese mismo instante recordó que Amy había desaparecido la noche anterior así que fue corriendo rápidamente hasta su habitación con la esperanza de encontrar sobre la cama, pero para su sorpresa la puerta estaba abierta y cuando se asomó al abrirla vio que todo estaba exactamente igual que ayer, cosa que la decepcionó bastante.

Aline: -Amy- Dijo sin ningún tipo de esperanza, con la garganta seca y la voz entrecortada, esperando absolutamente nada por su parte, simplemente queriendo poder abrazar nuevamente a aquella que alguna vez fue su mejor amiga, pero teniendo el pensamiento constante de que quizá pueda simplemente no volver a verla jamás. Al pasar un rato Aline recuerda a aquel chico que conoció por casualidad de camino a la cabaña. -Diego, diego, claro- Mencionó en voz baja y para sí misma mientras corría de un lado a otro buscando sus cosas para salir a la casa de él por ayuda, sabía que las autoridades no podrían hacer tanto como ella querría así que tomó completamente el asunto en sus manos. Mientras Aline conducía aumentaba notoriamente la velocidad queriendo llegar más rápido, al hacerlo un venado cruzó desde los caminos verdes hasta su auto casi a la misma velocidad que ella y por un simple accidente lo atropelló, haciéndolo golpear el techo del auto hasta el maletero y de esta forma se vio forzada a frenar de golpe, pero para su fortuna al acercarse al venado este simplemente terminó cojeando hasta los arbustos más cercanos, y ahí recordó cuán dura es la carne del venado, el accidente no debió causarle mayor daño pero el corazón de Aline se aceleraba cada vez más ante cada contratiempo que surgía. Una vez en el auto condujo con cautela hasta la esquina donde recuerda haber dejado a Diego, recordó que lo vio tomar el camino hacia una casa amarilla que se encontraba en uno de los bordes de la rotonda que se hallaba allí mismo, entonces Aline baja del auto con entusiasmo, toca la puerta y al abrir había una mujer de cabello negro, delgada y joven llamada Victoria.

Victoria: -¿En qué puedo ayudarle? Dijo mientras disimuladamente miraba de arriba a abajo a Aline.

Aline: -Lamento venir a molestar a su casa pero estoy casi segura de que aquí vive un amigo mío, se llama Diego- Respondió mientras apretaba sus manos con fuerza esperando no haberse equivocado de residencia.

Victoria: -¿Diego? Sí, permíteme un segundo y lo llamaré por ti- Respondió cerrándole la puerta en la cara a Aline, sin siquiera invitarla a la sala de la casa.

Aline: -Está bien... gracias- Le replicó mientras trataba de sonar más agradable ya que tuvo la leve intuición de no haber causado una gran primera impresión. A los pocos minutos puede oír la voz de la misma mujer peleando con un hombre, cada vez los gritos se vuelven más fuertes hasta que finalmente Diego termina abriéndole la puerta.

Diego: -¡Aline, hola! Por un segundo creí que no vendrías a visitarme- Dijo mientras se le acercaba a Aline para darle un cálido abrazo, uno justo como desde hace varios días venía necesitando.

Aline: -En serio me alivia tanto verte- Respondió en voz baja para corresponder al abrazo y así empezar a sentirse un poco mejor luego de todo el desastre que se había vuelto su vida.

Diego: -Ven, pasa para que puedas sentarte y...- Antes de acabar la oración Diego siente cómo la mano de Aline lo sujeta con fuerza del brazo para luego verlo a los ojos.

Aline: -No, creo que sería mejor idea que vinieras a mi casa, es que necesito contarte algunas cosas y quería saber si podrías ayudarme en algo- Dice mientras lo toma con fuerza del brazo esperando a que Diego reaccione y decida ir con ella, luego de unos instantes eso es exactamente lo que decide hacer.

Una vez que están montados en el auto Diego empieza a insistirle para que le cuenta antes de tiempo lo que estaba sucediendo, pero Aline simplemente se niega hacerlo, ya que no se siente totalmente convencida de que deba tomar cartas en el asunto. Luego de 30 minutos en carretera Aline y Diego llegan a la cabaña, mientras Diego se instala en la sala Aline va en busqueda de las fotografías para mostrárselas.

Aline: -Este es el hermano del cual te había mencionado anteriormente, mi difunto hermano- Dijo mientras acomodaba las fotos en la mesa frente a Diego.

Diego: Al ver la fotografía se muestra sorprendido, ya que el chico en las fotos es idéntico a Aline. -Se ve muy joven, ¿de qué murió?

Aline: Bueno, no conozco muchos detalles sobre su muerte, ya que mis padres evitan hablarlo. Sin embargo, cuando pequeña sólo me dijeron que había muerto en un accidente de tránsito, pero lo extraño es que nunca van a visitarlo a la tumba y realmente, nunca me han llevado porque piensan que sería muy deprimente para mí.

Diego: Tus padres quizás tengan razón, pero es tu hermano y deberías tener más información. Es extraño que no lo mencionen en lo absoluto.

Aline: Toma un suspiro y se queda viendo la fotografía por unos segundos. -Y lo más extraño es que no comprendo que hacía una fotografía de mi hermano en aquella cabaña abandonada. Pero el verdadero punto de esto es que mi mejor amiga desapareció y eres lo más cercano que tengo ahora, y necesito que me ayudes.

Diego: Sabes que puedes contar conmigo. -Dice mientras le toma del brazo suavemente transmitiendo una leve sonrisa un poco asustada.

Dicho esto Aline toma su mochila y sale junto a Diego en busqueda de Amy. Aline intenta buscar entre lugares que no hubiese recorrido con anterioridad, o al menos eso creía, desafortunadamente sin encontrar alguna pista se detiene exhausta junto a Diego y ambos toman un sorbo de agua. Deciden separarse un poco, donde logren verse y buscar entre las gramas, piedras y todo lo que pueda obtener un bosque. De la nada se escucha como Diego grita inesperadamente el nombre de Aline, lo que la aterra y corre hacia donde él.

Aline: -¡Diego! ¿Estás bien?- Dice mientras intenta calmar su tensión para poder verlo sano y salvo.

Diego: Sí, sí. Siento asustarte, es sólo que encontré algo que realmente no sé si ayudará, tampoco sé si es tuyo pero bueno.. -Dijo tomando una cámara mientras se levantaba.

Aline: Toma rápidamente la cámara y voltea unos segundos para observarla. -No es mío, quizá era de Amy. Aún así es el mismo modelo que la mía- Dice intentando encenderla pero sin conseguir absolutamente nada, ya que la batería se encontraba completamente descargada. -No, tendremos que ir a la cabaña para cargar la batería, no enciende.- Dijo volteando hacia atrás y por unos segundos quedó pasmada. -¿Diego? ¿Diego dónde estás? -Mencionó dando vueltas por todos los rincones, por todos los árboles, cuando de repente escucha un eco que no específica lo que dice pero cada vez se vuelve más repetitivo y aterrador. Al sentirse acorralada y completamente asustada sale corriendo hacia la cabaña, consigue entrar y cerrando con seguro cae sentada en una esquina de la puerta y recordando todo lo que está sucediendo empieza a llorar desconsoladamente.

ECODonde viven las historias. Descúbrelo ahora