Un vals de dos

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Me pongo los cascos
y dejó que baile un vals bolígrafo y mano.

La pista de baile, el papel
siguiendo el ritmo comienzan a marcar sobre el.

El resultado nunca es el deseado,
por eso no se rinden y van mejorando.

Si hubieran dejado de bailar,

habrían perdido la oportunidad de brillar

Poemas del corazón al papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora