Parte única

316 46 80
                                    




Zayn es muy malo hablando con las personas, es tan cerrado y le cuesta mucho decir lo que siente.

Por eso, desde que era adolescente, utilizaba la escritura y la música para expresarse, para comunicar sus inquietudes, para revelar sus emociones, para decirle a las personas cuando estaba feliz y cuando estaba triste.

Al principio, esas personas eran sus padres, hermanas y amigos más cercanos. Pero después de concursar en ese programa de canto y debutar en una banda que en poco tiempo se sumió al éxito, las personas que estaba fuera de su círculo también querían saber cómo se sentía, querían que se abriera más.

Y aunque siguió escribiendo cartas y canciones mientras estaba en One Direction, solo una persona pudo leerlas todas.

Niall leyó lo que para Zayn era la puerta a su corazón.

Cuando decidió salirse de la banda y los medios y las fans comenzaron a atacarle y juzgarle, conoció a un nuevo monstruo llamado ansiedad, que se aferró a él y hasta el día de hoy todos sus intentos por que lo suelte han sido en vano. Ese año fue en el que más canciones escribió, y también fue el año en que ninguna de esas canciones pudo ser leída, ni escuchada.

Ni siquiera Niall pudo.

Porque estuvieron separados y se les tenía prohibido comunicarse de cualquier forma hasta que la banda tomara su descanso. Pero después de todo ese tiempo, la relación de ellos estaba tan débil que casi podía quebrarse.

Entonces por eso allí se hallaba el pelinegro, a una puerta de encontrarse con el amor de su vida luego de no hablarse por años.

Y en su mano, estaba un papel con su última canción, que escribió en una noche de total borrachera en la que recordó todos los momentos vividos junto a Niall, su primer amor.

Recordó los largos paseos en la playa, y en cómo le gustaba a Niall nadar y empapar su cuerpo con el agua azul, y nadaban juntos, aun cuando le tenía terror al mar.

Recordó las veces en que se escapaban de su manager para comprar ese helado de vainilla que tanto le gustaba a su chico.

Recordó la vez en que se emborracharon juntos en Las Vegas y Niall hizo un baile caliente sobre una de las mesas, y lo mucho que le había molestado que la gente mirase a su rubio y por eso lo cargó en su espalda y salió de ese bar. Aunque luego Niall calmó su enojo bailando solo para él en la habitación.

Y también recordó, todas las promesas que nunca pudo hacerle, y que ahora estaban escritas en esa hoja arrugada.

Sus nudillos se cerraron y tembló un poco antes de tocar la puerta de aquella habitación de hotel.

En cuestión de pocos minutos la puerta se abrió y el corazón de Zayn se detuvo, y pensó que tal vez haber venido hasta Los Ángeles para verlo no había sido la mejor de sus ideas, porque está más hermoso que nunca con su cabello castaño desarreglado y su aspecto de hombre adulto, pero con esa aura de inocencia todavía rondando sobre él, que tiene que controlarse y no babear frente a él, su Niall.

Los ojos azules frente a él se llenaron de sorpresa al reconocerlo.

—¿Zayn? —Su expresión y su voz denotaban sorpresa, lo que incrementó los nervios del moreno —Ha pasado un tiempo...

—Sí, hace mucho que no nos vemos —Respondió con cuidado de no enredarse con sus propias palabras.

Se instaló un silencio incómodo en el que ambos se miraban fijamente, analizándose el uno al otro, sin poder creer que se estaban viendo después de tres malditos años.

Songs Of The Soul   [Ziall OS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora