Todo puede suceder bajo la lluvia

No podía ser... lo sentía junto a mi, rozándome, acariciándome, mordiéndome, besándome... todo tenia que ser parte de mi imaginación hacia ya cinco años desde la ultima vez que estuvo junto a mi, la ultima vez que sentí, la ultima vez que vi.

Realmente estaba mal, necesitaba salir de allí, podía sentir su aroma impactar en mi nariz y escuchar su risa, esa que hacia que se sonrojaran mis mejilla y que mis rodillas temblaran. Recuerdo tan bien ese ultimo día, había llorado tanto, y estaba tan cansada de no ser suficiente para nada, para nadie... la verdad es que realmente pensé en acabar mi sufrimiento, pero que estúpida fui. Pensé tantas maneras de hacerlo, en mi mente cada acción se convertía en una reacción que podía desencadenar un final muy bien orquestado, pero cuando llego el momento llego el arrepentimiento, y comprendí que esa acción a la que deseaba darle mi vida era una proeza que solo alguien con la suficiente valentía podría lograr, que alguien como yo, tan cobarde, no podría suicidarse. Y aun luego de tanto tiempo lo seguía pensando, todos tenemos derecho ha conseguir una pizca de paz en esta obra de teatro tan retorcida que llamamos vida, y la realidad es que no somos quienes para juzgar como las personas lo obtienen así sea con su propia muerte. 

Y ahí estaba yo, reencontrándome con el pasado, luchando con demonios aun no exorcizados, tratando de llevar una vida para la cual ni siquiera estaba preparada, y omitiendo muchas partes a las cuales no podía hacer frente por una debilidad que unía todo en mi ser, mi futuro, mi pasado y mi presente... Mis ojos.

Uno podría creer que alguien que culpara a su vista de todos los problemas de su vida estaría loco, pero en mi caso tenían mucho mas que ver que el solo observar como mi vida se derrumbaba ante mis ojos hace cinco años. Pero como ya no los tenia, por decirlo de cierta manera, se podría decir que mis problemas estaban resueltos, pero el que creyera que en mi vida alguna vez podría haber paz, tendría que ser catalogado como el loco del lugar; en mi vida nunca existiría algo como la paz o siquiera una pizca de algún sentimiento de esperanza, fe o alegría, siempre estaría reinada por la oscuridad,  y la verdad es que ya no le veía lo malo ya que siempre me gusto la oscuridad, y fue la única constante amiga en mi vida durante 20 tormentosos años.

-Dethani?...

Esto no podía ser cierto...