Y volví.
Volví otra vez a caer en aquella casa.
Me acerqué a la puerta, parecía que lo hubiera hecho ya mil veces, pero siempre tan nerviosa como la primera. Timbré y esperé, me parecía una locura.
No escuchaba nada dentro. No estarán, pensé.
Nunca creí que pasaría esto.
¿Qué será de mí?
