LA PROMESA (Joel Pimentel)

2. Intruso

Capítulo 2

A pasado un mes desde aquella noche donde había quedado oficialmente comprometida con Joel. Las veces que lo recordaba, tan solo pensarlo me causaba gracia y al mismo tiempo rabia, no podia hacerme la idea que en tres meses estaria frente a una iglesia y usando un vestido de novia. Detalles que para nada me agradaban. El tema del "Compromiso" como lo llamaba mi madre, no lo habia vuelto a tocar con nadie y tanpoco queria que lo hicieran. Esa noche no pude conciliar el sueño, ¿De todos los nietos tenian que escogerme a mi? ¿No había más?

No.

Mi conciencia me golpea, yo era la única nieta.

El abuelo me habia aconsejado seguir mis estudios, seguir la Universidad pero en compañía de Joel. Lo único que esperaba, era que no interviniera en mis planes.

Era mi primer dia de clases y esperaba no encontrarme con Joel, debido a que nos matricularon en la misma facultad y habia posibilidades de que me lo encontrará por allí en cualquier lado. Habia inventado la excusa de empezar a trabajar e independizarme sola para no tener que ir este año, sin embargo mi abuelo se nego a todas las opciones y se ofreció apoyarme con los gastos gustoso.

—Venimos de una familia con dinero asi que no hay necesidad de que trabajes, los gastos son lo de menos. —Era lo que habia dicho mi Abuelo, cuando insistí con lo mismo una y otra vez.

Bufo, recordando sus palabras. No se si es lo que quiero ahora mismo o no, tal vez en unos años me arrepienta o tal vez los agradezca, no losé.

—Así que te casarás con Joel —Escucho a Paulina, mi mejor amiga. Afirmación o pregunta, no se cual sea su intención, habia dicho que el tema no lo habia tocado con nadie pero necesitaba hacerlo con alguien y sacarlo todo lo que pensaba. Hace menos de media hora que le habia dicho todo y por un momento pensé que no preguntaría nada al respecto, no obstante creo que lo estaba procesando, debido a que le solté demasiada información.

—Tratandose de un tipo como Joel con su fisico e inteligencia, creo que no me negaria —Dibujo circulos imaginarios con mi dedo en el cesped de la facultad, mientras esperamos que pase el tiempo y podamos entrar a la siguiente clase—. Pero tu sabes como es su personalidad de idiota y eso le quita todo lo atractivo que tiene, a parte... ¿Quien se quiere casar a los dieciocho? —Suelto como lo mas ilógico que haya escuchado en toda mi vida.

—Yo, si. —Miro a Pau y ella sonríe timida. Desvio mi mirada cansada a otro lado y dejo que mi mejilla repose en la tela en la que estamos recostadas.

—Voy a dormir un rato, me despiertas cuando sea hora ¿Si?

—Deberias aprovecharlo, no muchas chicas tenemos la suerte de que nos casen con alguien muy guapo como Joel Pimentel.

Abro los ojos debido a que ya los había cerrado y ladeo mi rostro para ver a Paulina. La historia de mi amistad con mi mejor amiga casi es la misma con la de Joel, nos conocimos desde muy pequeños que a excepción de Pau no habian niños muy caprichosos como Joel.

—¿Crees que eso es suficiente? —Le pregunto, esperando no continuar con lo mismo pero ella no le da por terminado al agregar lo siguiente:

—No pero no nos consta todo lo que dices de el.

Quiero golpearla, literalmente.

—¿Piensas que lo que te he dicho es mentira? —Le suelto indignada por su poca creencia hacia mis palabras.

—No, no quise decir eso. —Se disculpa Pau—. La actitud que tenía cuando era un niño, no puede ser la misma ahora que ya es un adulto o mejor dicho... un hombre —Le pone énfasis a la última palabra y a mi me da por rodar los ojos, ese gesto picaron que me está haciendo ahora mismo no me gusta para nada.