❝Ese soy yo en la esquina, ese soy yo, en el centro de las miradas, perdiendo la fé.
Tratando de mantener el contacto contigo, y no sé si puedo hacerlo❞.
Estás mirando en el lugar equivocado, Charles.
Todos los derechos le pertenecen a Marvel.
No...
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❝Pero eso fue simplemente un sueño, lo intentas, lloras, ¿por qué?, inténtalo.
Pero eso fue simplemente un sueño, simplemente un sueño, simplemente un sueño...
sueño...❞
Tal vez, había sido un terrible error buscarlo a través de cerebro. Ignoraba el riesgo que corría al rastrearlo aunque, si así fuera, incluso si lo supiera, no lo abandonaría, ni siquiera si tuviese la noción de comprender el caudal de poder que ahora corría por las venas del mutante; poder que se mezclaba con la ira, la pérdida, el nuevo y recurrente sufrimiento, la gran culebra que muerde su cola una y otra vez. Nunca aprendería, tal vez, porque no había más para aprender, tal vez, porque no había más allá de haberlo dado todo y quedarse sin nada. Jamás lo entendería, no estaba en sus zapatos y por más que se esfuerce por hacer algo en aras de aquel gran e implacable mutante, nunca lograría encontrar ese punto de encuentro.
Pero Erik lo supo, era como un cosquilleo en sus entrañas, una puerta de su mente que dejaba paso a una voz, un intra-organismo que buscaba colarse en él haciendo estragos. Charles no hablaba, se mantenía atento, aún buscando entre las siluetas que el gran aparato refractaba en color sangre, cuan llamas que incendiaban todo, cuan sentimiento que se acunaba en el corazón de aquel que podía controlar el metal por sobre y debajo sus pies.
Erik se negó a la idea de esperar que fuese él, pero dentro de sí algo se removió, lo tomó como su receptor y lo acunó, era como un mero acto involuntario, acto que buscaba consuelo al dolor. Le dio la espalda a su nuevo vínculo de fenómenos y aliados quienes buscaban su juicio final y se concentró en algo más térreo pero sensible, en esa conexión.
¿Quién diría que sería Erik quien guiaría a Charles hasta él? Tal vez, algo en la piel, ese contacto mental tan familiar, tan fraterno, nunca había sentido a Charles ajeno a su persona y menos cuando había conocido una parte tan oculta de él. Le tenía gran afecto.
━¿Charles?
El telépata atendió a un punto frente a él. Lo localizó guiado por su voz tanto externa como interna, se preocupó por escucharlo, por detectarlo en la mesura.
━Hola, viejo amigo.
No pretendió indagar y tampoco pudo evitarlo, su mutación no le permitió darle la advertencia antes, aunque de antemano sabía cómo era la mente de su amigo y, sin ton ni son, la atravesó y colisionó con aquel caudal de emociones que habían desencadenado la muerte de esas dos mujeres tan especiales para él. La flecha, Erik a corta distancia, sus cuerpos inertes. El nudo en la garganta y las lágrimas no tardaron en salir. Se concebía ajeno a ese sentir, pero había algo que Charles tenía y era demasiada empatía, tanta que esta lo llevaba al borde del colapso. Intentó no exponerse, pero no pudo sortearlo, el gemido agónico que provocó ese recuerdo y sentir lo dejaron en evidencia.
