LA ULTIMA CARTA.

42 17 8
                                    

23/12/1991.

Está fue la última carta que recibí de R....

Mi avión llego cerca de las 3 de la mañana.... Diciembre una vez más, lo recuerdo bien, sentí que iba a morir, sí; de esas cosas que presientes rara vez, era algo que me comprimía mi pecho.

Al estar ahí parado mis recuerdos fueron divagantes, como una puñalada y repentinamente todo se esclareció. 

Era Noche Buena la más hermosa de mi existencia, la más perfecta y la última...

Estábamos juntos yo tocaba el piano y tú estabas junto al calor de la chimenea, hablábamos de mi madre, de tus miedos, de tus traumas que te hacían la criatura más hermosa y especial del universo, nunca me imaginé que fueras tan sorprendentemente enigmática y atrayente, nunca me imaginé enamorarme de esta manera tan perdida y estúpidamente de ti.........
afuera llovía se sentía un frío sepulcral como suele sentirse en lo alto de las montañas, pero esta vez todo era diferente, tu sonreías en el fondo de mis pensamientos.  El dolor era desgarrante abrí la puerta, todo eso lo recordé antes de enfrentarme a la realidad, Me diste el eterno adiós cuando la pena te doblegó,  ante mi estúpido proceder qué maldigo una y mil veces segundo a segundo. Creo que en vez de tener cerebro tenía... mierda, pero tú me diste el amor más puro y sincero que un ser humano puede ofrecer a su semejante.
Me deje caer en el suelo, con la luz apagada, recordé todo lo que significabas para mí y todo lo que dolía tu partida. 
                      Con la poca luz del exterior pude ver en el centro de la mesa, las copas con las que brindamos por última vez. No quería pensar en ti, quería pasar de un día a otro; pero era imposible dejar de hacerlo en un lugar que era solo tuyo, incluyendo mi vida, mi alma y mi eternidad.
Al sentir todo ese vacío fulminante y tan grande me revolqué de dolor, de llanto de rabia.... pasado un buen rato de rabieta fui a la cocina, si fue a ese lugar, me dirige a tu espacio porque todo aquí es tuyo, me hice un café quería que me recordara lo amargo de tu lejanía y quise tomar toda la droga que traía en los sobres y que fue fácil conseguir.......pero en ese momento no tuve el valor, solo tome un poco para calmar mi desesperación.
Bajo la lluvia salí a caminar, encendí un cigarrillo, camine sin rumbo pensaba en toda mi maldita e inútil existencia, en mi traición hacia ti, en lo imbécil que fui toda mi vida....... No sé ni porque volví tal vez para darte el adiós.

Sentí un frío peculiar, como algo que la muerte pregona ..........................
Cuando regrese a la cabaña llevaba bajo mi brazo dos botellas de alcohol antes de llegar ya me había tomado una de un cuarto de litro creó......... no lo recuerdo, tropecé con todo a mi pasó, pero aún no quería perder la conciencia antes de poder acabar esta

                          Última carta.

No sé si te llegará, pero yo confío que sí.  Está vida tal como me tocó a mí es una porqueria no valía la pena continuar sin ti, mi cerebro ya no respondía, ya no pensaba en nada que no fueras tú, mi vida, mi amor, mi universo, mi todo.

No supe del tiempo qué pasó, fueron momentos de soledad, momentos sin luz, momentos de tinieblas, momentos sin chiste, sin sabor......quería que fuera una pesadilla y no la cruda realidad.

Tu nombre estaba escrito junto al mío en un mortal destino que guardaba.... en esta pequeña tarjeta de bodas que nunca se hizo realidad; que se rompió como todo mi ser en mil pedazos.

Perdóname creó que la droga me hace alucinar y te hace  llorar           Desde el ventanal vi pasar el tiempo, el crudo invierno..... Pero yo te prometo ya no pasar más allá de esto ya no sufriremos por mi estupidez.
                                          Que duro fue tu desamor, llore tu partida como no tienes idea y aún la sigo llorando, me revolqué como la peor de las bestias heridas, suplique que regresaras, invoque a todos los Dioses que en ese momento recordé pero ninguno me escuchó. Comencé a llorar a golpear a gritar que volvieras que me cubrieras con tu cuerpo, con tu alma y ..........
de pronto vi una figura....... era ella sentada en esa maldita silla de ruedas, parecía una hermosa muñequita inofensiva. Me miraba silenciosa tragándose el llanto y su maldito orgullo, me pare cómo pude lo único que quería era matarla...
                 Sí......Matarla
Así acabaría todo pero lo único que hice fue echarla de ahí ese espacio era sagrado para mí por ser tuyo y las víboras no eran bienvenidas, la amenace que si no se largaba de ahí la quemaría junto con la cabaña...... se largo no sin antes gritar cuanto pudo y maldecir hasta no poder. Maldita perra solo la soporte y me casé con ella por ese hijo que espera y que fue mi condena. Los odio, odio todo lo que me separa de ti de tu presencia

Me abrace a tu recuerdo y a tu vestido de Novia, el que usarías para nuestra boda que nunca fue..... eso fue lo único que recordé, ahora estoy aquí muerto en vida sin ti.

Recibí la peor noticia de mi maldita existencia  25 de diciembre de 1991.. 3:00 de la mañana...
La droga daño su cerebro, no habla, no despierta, está postrado.
aveces solo las lágrimas son una señal de vida .... pero solo es una ilusión. Tuvo tres infartos cerebrales y quedo en estado vegetativo por exceso de alcohol, cocaína y heroína, su intención era morir de una u otra forma..... llevaba ocho años en ese estado.
El golpe de destrucción fue total para mi alma cuando decidieron desconectarlo de toda vida artificial.
                    Mi alma estalló en mil pedazos y junto con él me enterraron en vida ...... hoy día al releer estas líneas el llanto y el dolor son indescriptibles como el primer día en que recibe esta última carta del hombre que más he amado y amare por toda la eternidad. Con ansia espero la partida y el reencuentro que siempre me prometió.

 Con ansia espero la partida y el reencuentro que siempre me prometió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ACRÓSTICOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora