Imagina: Justin borracho tierno. | Por ari ♡

—Bebé, saldré con los chicos ¿no te molesta cierto?

—No hay problema cariño, llamaré a Marie y Jess para que me hagan compañía. —Le sonreí para tranquilizarlo. 

—Genial, nos vemos en un rato bebé. —Me besó y luego se fue. 

Llamé a las chicas para pasar el rato, y ellas no se demoraron en llegar. Pedimos pizza, vimos películas y nos reímos un montón. Era tarde, por que lo en vez de esperar a que Justin llegara, decidieron quedarse a dormir. Eran cerca de las 2am cuando sonó mi teléfono.

—Bebéeeee, ¿cuándo llegarás?

—____ soy Ryan.

—¿Por qué tienes el teléfono de Justin? ¿le pasó algo? ¿está bien? 

—Sí, solo qué él... uhm, tomó un poco de más y ahora está algo descontrolado.

—¿Con quién hablas Ry? —Escuché su voz algo aguda detrás y no pude evitar reír.

—Tu prometida.

—¿Por qué me engañas con mi prometida Ry?

—Dios, ¿qué tanto lo dejaste tomar?

—No mucho, lo prometo. Solo que tomó un par de cosas fuertes, y luego lo perdí de vista por un buen rato. Supongo qué... Justin, para. ¡El teléfono!

—Hoooooola prometida.

Me reí. Era tan dulce cuando tomaba. —Hola cielo. ¿Estás bien?

—Estoy de maaaaaravillas. —Hipó. 

—¿Por qué no vienes a casa?

—Nooooo —Volvió a hipar. —Tú deberías de venir a divertirte conmigo prometida.

—Justin...

—Oh noooo, Ry. No intentes hablar con mi prometida. ¡RYAAAAAAN!

—____, ¿crees que puedas venir a buscarlo? Todos vinimos a parte, y necesita llevarse su auto.

—Uhm, por supuesto. ¿Dirección?

—Te la mando ahora por mensaje, gracias ____.

—Por nada, sabes que recorrería el mundo por él.

Rió. —Lo sé, te veo en un rato.

♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡ ♡

—Mi amorrrrr. ¡ESTÁS AQUÍ! —Se tiró arriba mía abrazándome fuerte. Tenía un vaso con algo en la mano y no paraba de reír.

—¿Justin? —Me reí. Era muy dulce cuando estaba borracho. —¿Qué estás tomando, bebé?

Hipó. —Vodka. ¿Quieres? —Acercó el vaso a mis labios haciendo qué un poco se derramara sobre mi camisa. 

—Bebé, cuidado. —Le quité el vaso y lo dejé a un lado.

—¡OOOOOYE! Eso era míiiiiiiiiiiiiiiiio. 

—Oh bebé, ¿vayamos a casa mejor? Prometo que tendrás más de eso después.

Tomó mi cintura y sonrió acercándome a él. —¿Llegando a casa?

—Uhm, tal vez mañana en la mañana. ¿Sí? Ahí veremos sí realmente quieres tomar más.

—OOOOOOOOH, ¡POR SUPUESTO QUE QUERRÉ! —Se acercó más a mi.

—Oh Justin, aléjate. Apestas a alcohol. 

—Oh, ¡sabes que te gusta! —Puso sus manos en mis caderas y me acercó más a él. Apoyó su cabeza en mi hombro y comenzó a dar pequeños besos en mi cuello.

—Bebé, me haces cosquillas.

—Quiero hacer cosquillas en otra parte.

—¡JUSTIN! Estamos en la mitad de un bar. 

—Entonces vayamos a casa. —Me dio una sonrisa coqueta y yo reí.

—Seguro, vayamos a casa. —Pasé mi brazo por su cintura y le hice una seña a Ryan, qué estaba con las chicas, para qué me ayudara a llevarlo hasta el auto. Una vez dentro se apoyó contra el cinturón y tomó mi mano.

—¿Sabes algo prometida? —Volvió a hipar y me reí.

—¿Qué cosa cielo? —Lo miré y se estaba quedando dormido con una sonrisa en la cara. Era tan dulce.

—Estoy feliz de qué seas tú mi prometida. —hipó. —Y ya quiero casarme.

Escuché un "aww" de parte de las chicas. —Yo también amor, te amo.

—Y yo a ti. —Fue lo último que dijo antes de quedarse dormido.

El problema fue intentar sacarlo del auto y llevarlo a la habitación. Era pesado, no se despertaba y aun que eramos tres chicas, nos costaba mucho llevarlo. 

Cuando logramos llevarlo a la habitación, se despertó. Nos miró extraño, se levantó de la cama y se dirigió al baño. Las chicas se rieron y se fueron a sus habitaciones. Bajé a buscar un vaso de agua y unas pastillas, busqué el pijama de Justin y llevé todo hasta el baño. Justin estaba arrodillado contra el inodoro vomitando. Rápidamente me acerqué a él sujetándole la frente.

—¿Cómo te sientes cielo?

—Nunca más volveré a tomar. —El tosió y yo reí. Comenzó a levantarse y yo tomé un paño húmedo que pasé por su frente. Él me agradeció con una sonrisa y comenzó a desvestirse para ponerse el pijama. Se tomó la pastilla rápidamente y tomándome de la mano, fuimos a la cama.

A la mañana siguiente, desperté al rededor de las nueve. Las chicas estaban levantas, así que dejé a Justin descansando y fui a prepararles el desayuno.

Él bajo un rato después, refregándose la cara con los ojos entrecerrados. Se sentó al lado mío y comenzó a comerse mis panqueques.

—Dejé mezcla, ¿quieres qué te prepare los tuyos cariño?

—Por favor.

—¿Y cómo va la resaca Justin? —Marie y Jess rieron. 

Justin les dedicó una mirada fea y ellas volvieron a reír. —No es gracioso. —Frunció el ceño y me miró en busca de apoyo. Yo me reí y le besé los labios.

Las chicas solo reían. —Bueno, creo que es hora de irnos. Gracias por el rato de anoche ____, la noche de chicas se tiene que volver a repetir.

—Seguro, lo pasé bien. Cuídense, las quiero.

—Adiós Justin, cuidado con la resaca. —Él solo gruñó en respuesta y continuó comiendo mis panqueques. Fui a dejar a las chicas afuera y cuando volví, Justin estaba cerrando las cortinas.

—¿Qué hay de ti creyéndote vampiro?

—La luz hace que me duela más la cabeza. —Se acercó a mi y me hizo puchero.

—¿No quieres más tragos? Anoche me dijiste que nunca te cansarías de ellos y que hoy por la mañana estarías listo para más. —Me reí.

Él se quejó y se acurrucó en mis brazos tirándonos a ambos al sofá. —Nunca más iré a un bar sin ti para que me controles. 

Solté una carcajada. —Tomaré eso en cuenta bebé.

El río y simplemente me besó. —Te amo ____, gracias por estar allí para mi ayer.

—Siempre estaré ahí cielo, eso no lo dudes. Te amo más. 

Sonrió y me besó en la frente. —Oh, eso es un punto discutible Señorita Bieber. —Yo reí.