Capítulo 8.

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Eran casi las siete de la tarde y había quedado con Aria a en punto. Me había puesto una camisa sin mangas gris, una falda negra y unas pequeñas cuñas negras. Intenté disimular mis autolesiones con unos brazaletes negros y grises que favorecían mucho al conjunto.

Pasados unos minutos desde el último retoque, el timbre sonó y yo corrí nerviosa hacia la puerta. Al abrir me encontré con Aria, sonriente y emocionada, con un vestido azul oscuro que resaltaba mucho sus facciones. Yo cogí mi bolso rápido y nos fuimos directas a la casa de Daniel, que quedaba sólo a un par de manzanas. Anduvimos y mientras bromeábamos. 

Al llegar a la casa tocamos al timbre. Daniel abrió y nos saludó muy amistoso. Nos dijo bajito que se habían presentado demasiados productores y mánagers de lo previsto, y que tardarían un rato en marcharse. Nos condució hasta la sala de estar, donde había gente que socializaba, pero no con toda la simpatía que me esperaba. 

Los demás chicos se acercaron a nosotras y nos saludaron. La verdad es que eran encantadores y no tenían la fama subida a la cabeza para nada. Me gustaba que fueran como mis amigos de España, sólo que habiéndome salvado la vida literalmente más de una vez, sin que se dieran cuenta.

Al cabo de tres cuartos de hora decidí salir a tomar el aire al jardín. Me senté en una hamaca y observé el agua de la piscina durante unos minutos. Hasta que un chico se sentó en la hamaca de al lado, era Luke. 

- No te lo estás pasando bien, ¿verdad? dijo él, mirándome.

- Claro que me lo estoy pasando bien- sonreí- Sólo que no estoy acostumbrada a este tipo de fiestas.

- ¿Sabes qué? Conozco un sitio que te gustaría- dijo él, con mucha confianza- Tal vez te lo pasarías mejor allí.

Él se levantó de su sitio, y yo pensé que tal vez sería divertido.Fuimos por la puerta de atrás, para que nadie supiera que nos habíamos ido, total en un rato volveríamos. Durante el camino hablamos de diversos temas. Me gustaba que con Luke se pudiera hablar de tantas cosas y realmente se veía una conexión bonita, el comienzo de una amistad.

Al llegar me dijo que cerrara los ojos. No me gustaba mucho cerrarlos porque me agobiaba mucho. Pero pensé que merecería la pena y que no me costaba nada intentarlo. Aún así no me puse nerviosa en ningún momento. Ni siquiera tuve miedo. Luke me llevó de la mano y creo que fué por eso, porque me sentía de alguna manera protegida.

En un momento dado, él paró. Puso sus manos sobre la mía que tapaba mis ojos y la retiró suavemente, encontrándome con sus ojos. Me habría conformado con que ese sitio tan increible fueran sus ojos y poder disfrutar de ellos toda la noche. Pero después de unos segundos giré mi cabeza y me encontré con que estábamos en un mirador, y que toda la ciudad la teníamos bajo nuestros pies. Sonreí ampliamente porque la vista era increible.

-No te habría traido aquí de no haber tenido contigo la sensación de que todo es más fácil- me miró y sonrió- Es que contigo... Parece que esté todo solucionado...

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HOLA HOLA HOLAAAAAAAAAA.

Y después de 1986412761 años aparezco.

Bueno, la verdad es que no he podido subir antes. He estado de exámenes, de matrículas y de todo hasta arriba. Y por otra parte esta novela no es tan famosa como la otra y le dedicaba más tiempo a Six Feet Under The Stars. 

La verdad es que estoy muy contenta con la otra, creo que ya tiene unas 53.000 visitas y eso es increible.

Pues bueno, aquí os dejo este capítulo, que me ha encantado escribir.

Nos vemos pronto ;).

Att: Pony.

My sunshine (Luke Brooks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora