Un toque, dos toques, tres toques, cuatro toques, cinco toques, seis toques, suficiente. Me levanté de la cama y fui a abrir la puerta.
Mi linda madre.
--Te grité desde hace rato que te levantaras, ya nos vamos.
Volé los ojos, no me quería ir de esa casa.
--Ya entendí-- cerré la puerta en su cara.
Abrí las cortinas, mierda, hace mucho sol. Cerré los ojos por un momento mientras me acostumbraba a la luz.
Caminé a mi armario y tomé un conjunto de ropa, seguido de esto entré al baño, me deshice de mi pijama y me metí a bañar.
Salí cambiada, tomé mi pijama y la metí a mi mochila, desenredé mi cabello, tomé mi celular y con la mochila colgada en mi hombro, caminé a la puerta, miré toda mi habitación y suspiré, salí de ahí cerrando la puerta. Al llegar a la sala noté que todos los muebles ya no estaban, lo único que había en esa casa era yo.
Escuché el claxon del auto de mi madre y suspiré, salí de la casa cerrando la puerta, subí al auto en los asientos traseros.
Conecté mis audífonos y me los puse antes de que mi madre comenzara con su discurso de "te gustará la nueva casa, te lo prometo, harás nuevos amigos... bla bla bla", qué enfado.
Miré por la ventana mientras escuchaba Radioactive de Imagine Dragons.
No sé cuánto tiempo pasó, ni en qué momento me quedé dormida, pero cuando desperté estaba anocheciendo, recién empezaba Dangerous de David Guetta.
--Hemos llegado-- habló mi padrastro.
Casa de dos pisos sin terraza, bien.
Bajé del auto mientras me quitaba los audífonos, me acerqué a la casa
--¿Te gusta?
--He visto mejores.
Miré a mi mamá abrir la puerta, tomé mi maleta e inmediatamente subí las escaleras, tropezando de vez en cuando. Entré a una habitación, supe que no era la mía porque en ella se encontraban los muebles de la habitación de mi mamá.
Entré a la segunda habitación, la más grande y con ventanas con vista a la calle. Ahí estaban los muebles de mi habitación, junto a un nuevo armario adherido a la pared.
Abrí la maleta y comencé a acomodar mi ropa. Conecté mi celular y lo dejé sobre el buró para que se cargara.
...
Intenté dormir por quinta vez, es mi primera noche en una nueva casa y no puedo dormir gracias a la fiesta que se carga el vecino. ¡Vaya bienvenida!
Me asomé por la ventana que daba vista a la casa de al lado, también era de dos pisos, pero la fiesta era en el primero. Había una ventana, en la que pude observar a tres chicos, uno moreno de gran copete, un pelinegro de cejas gruesas y un castaño blanco, muy blanco. Los seguí viendo, estaban tomando cerveza de lata, ew. Llegó otro chico con ellos, uno alto de chinos, me miró, luego le dijo quién sabe qué al castaño y los cuatro me miraron. El castaño, de ojos azules me guiñó el ojo.
¿Qué?
Fruncí el ceño y me volví a acostar.
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Bad Boy -A. V.-
Fanfiction--¡No me beses! --Te besaré cuantas veces se me venga en gana, me vale verga si quieres o no.