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Oscar nos hizo una señal para entrar, Samanta me empujaba hacia delante. Ella es así siempre, entra a todos los lugares extraños dónde la inviten y va a toda clase de actividades raras. Se llama así misma aventurera, pero yo bromeó de que pronto participará en una Porno alternativa y ella nunca lo sabrá. Fácilmente nos podrían secuestrar pero a ella no le importaría si hay una historia que contar, aún que sea una mala historia.

Sin embargo, tenía mucho sentido que esté fuera un buen lugar para la grabaciones de un cortometraje, un lugar con un mal aspecto y abandonado. Las mejores escenas pasan en lugares como este.
Decidí entrar pero igualmente estaba alerta pues Samanta es tan distraída que fácilmente pudo confundir un aviso de audición con una invitación a un ritual satánico.
Pero la verdad no me esperaban lo que había detrás de la puerta.

Había demasiada actividad. Parecía un centro comercial en Fin de semana. El lugar estaba lleno, personas por todas partes haciendo un sin fin de cosas. Ahora yo me siento en una porno alternativa.
Rápidamente Oscar hizo una señal y una chica delgada y con cabello corto camino hacia nosotros.
- ¿Nuevos reclutas?- la chica tenía un aspecto extraño, tenía vendadas las manos y su rostro estaba lleno de orejas, su apariencia sombría y su tono entusiasta no combinaban
- No lo creo, estos chicos preguntan por una audición, sabes algo de eso ?- Oscar parecía un poco fastidiado y cansado, ni siquiera se molestó en presentarnos.
- No se de qué hablas, pero puedo encargarme si quieres- respondió con un tono dulce y amable.
Oscar asintió la cabeza y se fue con un paso veloz, ese chico sí que tiene prisa
- Disculpen a Óscar, no es su culpa es solo que siempre está ocupado, por cierto me llamo  Daniel- ella me estrecho mi mano y la de Samanta, su mano estaba muy fría
-Soy Elliot y ella es Samanta, venimos por el anuncio en Facebook- tuve que hablar alto pues el lugar estaba estallando de ruido.
- ¿Que es todo esto? - preguntó Samanta sedienta de información y buscando su cámara para grabar
- Bueno es nuestro hogar- respondió Daniel con un aire dramático
Mire a Samanta y diciendo telepáticamente ¿Dónde carajos estamos?
- Es broma, solo quería decir algo cliché, aunque realmente es mi hogar, duermo aquí y estoy todo el tiempo en este lugar- 
- Es algún tipo de Club ?- pregunté ansioso
- Nos consideramos una organización sin fines de lucro - 
Daniel nos guiaba por el lugar
No había manera para describirlo, el almacén en general era un desastre. Pero había chicos haciendo un montón de actividades, unos cargaban cajas otros estaban dibujando en una mesa, unos intentaban ocultar lo feo de las paredes con pintura.
Varios recogían cosas y las ponían en otro sitio. Era como si todos estuvieran coordinados. Era fácil distinguir a los encargados. Jóvenes entusiastas que daban órdenes a los demás
Después de acostumbrarme a la vaga iluminación pude notar que había cierto orden. En un lugar había muchas computadoras.
En otro estaba lleno de madera y herramientas, y hasta el fondo parecía que había muebles y camas ordenadas.
El ruido procedía de taladro, martillos, musica en un volumen muy alto y gritos de varios chicos. No me explicaba por que había tantas personass aquí, Esta era una zona industrial, solo hay fábricas y almacenes, no hay  restaurantes ni locales cercanos. Mis opciones eran que posiblemente era de esos lugares alternativos donde los jóvenes van y hacen cosas sin sentido como poesía con palabras que no tengan la letra O, y consumen comida donde te aseguran que le hablaron bonito a tus vegetales para que sientas la buena vibra. Como odio esos lugares.
Daniel nos encamino a unas escaleras que llevaban al segundo piso del almacén ahi la actividad era menos.
Parecía casi una oficina, la primera habitación era una estancia, debió ser una sala de espera hace muchos años, después en esta había dos pasillos en uno había cuartos sin puerta donde se podía ver a personas detrás de computadoras y el otro llevaba a lo que debía ser un comedor.
- Esperen aquí voy a buscar a Mateo, ella resolverán sus dudas- Daniel se alejo de nosotros dando pequeños saltos dirigiéndose al comedor
-Samanta, por los clavos de jesuscristo a dónde nos trajiste ?- estaba cada vez mas exasperado, nada tenia sentido y eso me molestaba
-Relajate, es obvio que han entrado sin permiso al lugar para hacer reuniones de una sociedad secreta y nos hemos colado por accidente -
- si, pienso lo mismo todo es muy raro, la gente tiene un aspecto peculiar- dije mientras señalaba con la cabeza a la dirección donde Daniel se había ido.
Mire nuevamente todo a mi al rededor y preste mas atención. El lugar era lujubre. Los muebles eran viejos y desgastados, se notaba que todo era de segunda mano. Y había torpes intentos de mejorarlo con plantas con flores y adornos en la pared. Seria el escenario perfecto para una buena escena donde el psicópata trae a sus víctimas para torturarlas pero el ambiente no combinaba, era parecido al ruido de un salón de clases cuando el profesor llegaba tarde; todo lleno de pláticas intensas, personas jugando, bromas y risas.
Del pasillo salió Daniel con una chica siguiéndola. Ella tenia un aspecto aún mas extraño, era mas alta y robusta que Daniel, su rostro era bonito pero tenía ojeras y manchas en la piel. Su pelo estaba recogido, vestía una sudadera color vino que era tres veces su talla, un pantalón negro ajustado y unos tenias que fueron blancos pero ahora son grises.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2021 ⏰

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