Ya han pasado 2 días desde mi primer día en el instituto. Normalmente veo a Tomás junto a unos chicos de mi clase, pero no parece estar cómodo con ellos. La verdad es que me gustaría acercarme a él y volver a hablar pero noto que Daniel me absorbe mucho y no puedo relacionarme bien... Oye, ¿a que miras? - me pregunto Daniel - ¡Ah, nada...! - Conteste sobre saltado. ¡RIIIIIIN! Sonó la alarma y ya teníamos que volver a clases. Lo que me recordó a los profesores y como se relacionaron con nosotros, con nosotros fueron amigables y cariñosos, pero Tomás se enfadó y grito con la mayoría de ellos, ¿Por que será?
Después de la hora de descanso nos tocaba clase de lengua, y nos la daba la peor profesora de todo el instituto, y la que casi le ponía un parte a Tomás (la verdad es que no me sorprende con los gritos que se hecharon...). Mientras la profesora estaba explicando los textos narrativos, yo me pasaba la clase mirando a Tomás, no sé que me llamaba la atención de él, pero esa cosa hacía que me pasara mirándole las 6 horas de instituto. - ¡SEÑORITO ISMAEL A QUE ESTÁ MIRANDO QUE NO ESTÁ ESCUCHANDO MI CLASE! - me contestó la profesora - ¡Ah!, lo-lo sie-ento... - conteste sobre saltado - ¡La razón por la que no está atendiendo su clase es porque es una mierda! - gritó Tomás - ¡Como se atreve, al pasillo! - Tomás se levantó de su asiento y cerró la puerta del aula con un portazo... Ya terminaron las clases, estaba en la salida del instituto esperando a Daniel para que me acompañara a mi casa, pero de repente escuche un golpe en un callejón al lado del instituto, ¿que habrá pasado, porque me llama tanto la atención?
