Y había visto demasiado sábado, pero ninguno como aquel sábado en el que el frío entraba por la puerta principal y me abrazaba, haciendo me sentir tan solo y tan tranquilo, tan ansioso de querer que llegara la noche y querer sentar me en el balcón y respirar y gritar a le a la luna... quiero que vuelva ese sábado en el que mi alma se sentía tan calidad con ese invierno tan fresco, que las calles se veían tan nublado como en las montañas y el clima gris, junto a mi mejor canción; mi alma se sentía tranquila, se sentía exaltada por que llegara otro sábado, pero no era lo mismo, no se sentía el mismo clima, el mismo ambiente, y ni si quiera la misma canción. Todo había cambiado al igual que las personas, al igual que el tiempo, al igual que los niños que iban creciendo e iban decorando otras cosas, y los viejos ya no estaban, ni si quiera estaba yo en el mismo lugar, ni si quiera era la misma cama en la cual me había acostado y ni si quiera era la misma habitación a la cual mi alma se había acostumbrado a estar, todo era tan diferente, todo... hasta el maldito gato de la vecina no era el mismo, todo se sentía tan distante, Yam solitario, tan vago como mi propiamente en esta tormenta, en esta habitación donde no conozco a nadie. Donde ni yo se quien soy, o que quiero.
La verdad todo había cambiado bastante, y en tan poco tiempo, quizás yo era el culpable o quizás no me adapte al tiempo y me deje llevar de lo que estaba sintiendo que me olvide vivir mi vida como si fuera mi último día. Quizás...
Quizás yo era el que había cambiado en ese tiempo, quizás las personas habían muerto al igual que mi ambiente, al igual que mi alma, al igual que lo que me rodeaba, la verdad o quizás yo había muerto y encontré todo tan diferente.
Las personas, la habitación, el maldito gato de la vecina... por que maldito si amaba Los Gatos? Cierto, ese maldito gato venía a despertar me a las 6 de la mañana y a robar se la leche fresca que traía el anciano toda las mañana.
Y que habra pasado con aquel sábado?
...
Supongo que murió junto a mi...Amaba aquel sábado aunque sólo era uno, ame su ambiente, su aroma, la sensación tan cálida que producía en mi y tranquilidad que desbordaba toda mi felicidad.
Aquel sábado que me hacía sentir con ansia y provocaba insomnio, aquel sábado que me arropaba con su calma, con su clima tan nublado y tan extraño.
Lo amaba tanto, que mi alma termino perdiendo o murió al mismo tiempo que el.
ESTÁS LEYENDO
Escritos de un vagabundo
PoetryLa vida empieza como un cuaderno en blanco, para poder escribir nuestras historias, nuestros mejores momentos, para guardar los mejores recuerdos, llorar lo triste, cometer locuras, y reír se de ella, sobre todo Amar, una simple palabra que puede ha...