Ir en el autobús no era tan emocionante.
Samara y yo íbamos sentadas mientras hablábamos y comíamos una grande bolsa de sabritas.
No estaba prestando atención, seguramente hablaba de un grupo musical o tal vez quejándose del clima, pero la verdad es que mis ojos estaban posados en la chica de tres filas adelante... Amaya.
James, el guía, iba haciendo juegos tontos. Me di cuenta cuando Sofia me aventó una basurita y dijo "Debemos hacer una porra" manos a la obra.
Después de un rato y hacer una porra muy tonta que cumplió mi objetivo, hacer reír a Amaya. Pusieron una película y decidí fingir verla hasta caer en un profundo sueño, pensando en la amarilla sonrisa de Amayita.
Me desperté cuando Samara me dio un golpe en el brazo. "Auch" exclamé mientras sobaba la pequeña marca roja que había dejado, Samara hizo un movimiento con su mano indicando que le pasara la bolsa de papas que estaba vacía.
"Ya llegamos, dame la basura para que la tire"
dijo tomando la basura y metiéndola en una bolsa que Alma le ofreció.
"Vámonos" dijo Sofia al pararse y salir corriendo del autobús. Las demás reímos y corrimos tras de ella, este sin duda sería un viaje muy extraño.
Y ME IRÉ UNA VEZ MÁS
