I

2.2K 249 145
                                    

— Hyung — Escuchó en un susurro junto a él.

Su mirada se alzó hacia la persona que interrumpía sus horas de estudio, encontrándose con quien ahora, justo frente a donde estudiaba, tomaba lugar en el otro extremo con una tímida sonrisa y sus dedos jugueteando con sus rojizos cabellos.

— ¿Sí? ¿Qué sucede? — Y así de simple sucedía para Johnny. Olvidar por completo su entorno y todo lo que podía estar haciendo segundos antes por ese muchachito de primer año y honestamente, ni siquiera supo en qué momento se habían hecho tan cercanos, pero no podía quejarse.

— Oh... sucede que, mmh... — Sus labios se abultaron tenuemente, su índice deslizándose por su barbilla con duda. — ¿Podría ayudarme a estudiar? No me ha estado yendo exactamente bien en anatomía y... dentro de poco tengo un examen importante. Realmente no entiendo nada.

Evitó reír ante la adorable actitud contraria, tan solo sonriendo para reprimir cualquier tipo de carcajada. Sin embargo, al tener la mirada expectante sobre sí mismo del muchacho con su peculiar cejas alzada, suspiró largamente manteniendo su sonrisa.

— Por supuesto, ¿en qué unidad vas ahora? — Torpemente el pelirrojo sacó de su mochila el clásico libro de anatomía para primer año y su cuaderno de apuntes, extendiéndoselo.

— Ahora nos están enseñando los órganos para luego ir a los músculos. Me he hecho un lío tratando de entender el sistema cardiovascular.

Las cejas del mayor se alzaron ante cada palabra, riendo por lo bajo. — Estas diciendo que no has entendido absolutamente nada, ¿no? — El muchachito frunció su entrecejo a nada de reprochar e ir en contra de Johnny, pero con sus labios entre abiertos, se quedó sin ninguna palabra y pronto, su rostro tomando un suave color carmesí. — ¿Taeyong? — Llamó al joven, obteniendo su mirada. — ¿Al menos comprendiste los lóbulos del cerebro, tronco encefálico y el resto de la medula espinal?

Titubeó unos instantes, frunciendo sutilmente sus labios y entrelazando sus pálidos y delgados dedos sobre la mesa de estudio. — Sí. —

— Entonces... háblame de los lóbulos cerebrales, el cerebelo y el tronco encefálico hasta llegar a la medula.

— Oh... — Lamió sus labios, Johnny siendo consciente del cómo se daba a sí mismo ánimos. — : Primero el lóbulo frontal — Habló tocando con su índice su frente – Parietales — Indicó sobre su cabeza. — Temporales y occipital — Rápidamente apuntó tras sus oídos y luego, por sobre su nuca. — Mmh... ¡El cerebelo! — Enseguida un estridente "shhh" provino de una mesa cercana, provocando que Taeyong se encogiera en su lugar y nuevamente se sonroja. — Oh... bueno, el tronco encefálico se conforma por mesencéfalo, médula oblonga y el bulbo raquídeo.

Johnny tarareó positivamente en respuesta, aún sonriendo divertido por la actitud que el chico poseía. El coreano era todo un enigma para él, luciendo tan rudo y a la moda ante todo el cuerpo estudiantil de la universidad, tan deseado por chicas y chicos. Sin embargo, solo bastaba conocer a ese intimidante muchacho de cabello rojo, ceja partida y aterradora mirada para caer en cuenta que, era probablemente la persona más adorable que fueses a conocer en tu vida y Johnny, no dejaba de sorprenderse con él.

— Estás bien, Taeyong. — Asintió tras alzar su pulgar. — Pero estudiaremos en otro lugar, eres muy ruidoso para una biblioteca. — Burló el mayor, cubriendo sus labios con el dorso de su mano para reír silenciosamente teniendo la mirada molesta del pelirrojo sobre él. — Ven, vamos.

( . . . )

El examen de Taeyong era dentro de un mes. Un mes del que Johnny se encargó de hacer el más agotador mentalmente para el joven pelirrojo, pero el mayor se había propuesto por sobre todas las cosas, que ese pequeño diablillo aprobase, así como él se llamaba John Seo.

해부 JohnYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora